El buen tiempo acompañó al día de San Rafael, que en Córdoba volvió a celebrarse con los tradicionales peroles, sobre todo en el parque periurbano de Los Villares, que desde muy temprano empezaba a recibir a los cordobeses en busca del mejor sitio.

Con un ambiente muy familiar y de convivencia, miles de personas se dieron cita en torno a candelas y barbacoas y, aunque el arroz es el plato estrella del día, siempre viene precedido de.un tapeo a base de chorizo y morcilla a la parrilla, panceta y sardinas, para abrir boca con una cervecita fresquita. Porque, eso sí, en este día para olvidar dietas y colesterol la nevera cargada de hielo es imprescindible, sobre todo si el calor aprieta como lo hizo ayer.

Si aún queda hambre, a eso de las cinco de la tarde, el arroz se convierte en protagonista, aunque no todos los perolistas optan por este plato, ya que hacer un buen perol de arroz no está al alcance de todos. Pero la alternativa gastronómica es lo que menos importa, puesto que de lo que se trata es de vivir una jornada al aire libre entre familiares y amigos con la excusa de San Rafael. De hecho, los más jóvenes no se meten en estos berenjenales de sofritos y tiempos de cocción y, como mucho, se acercan a la candela para hacer un revuelto de patatas o unas chuletitas a brasa.

Junto con Los Villares, otras zonas de las afueras de la ciudad como la Carrera del Caballo o las parcelas particulares también fueron escenario de estas ya clásicas reuniones en torno a un arroz en honor de San Rafael, Custodio de Córdoba.