Ruth Ortiz, la madre de los pequeños Ruth y José, podrá enterrar al fin a sus hijos a los tres años de su desaparición y muerte, ocurrida el 8 de octubre del 2011. Y es que el Tribunal Supremo ya ha devuelto a la Audiencia Provincial de Córdoba la causa en la que José Bretón, padre de los niños, fue condenado a 40 años de cárcel por su asesinato, por lo que a partir de ahora se iniciarán los últimos trámites para que los restos hallados en la hoguera de Las Quemadas sean entregados a la madre.

Fuentes judiciales aseguraron ayer que el Supremo, una vez que en julio confirmó la condena que le impuso a Bretón la Audiencia Provincial tras el juicio del verano pasado y que anteriormente había ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en noviembre del 2013, ya ha devuelto la causa a la Sección Tercera de la Audiencia de Córdoba, que era el requisito que faltaba para que el proceso entre en su última fase.

La abogada de Ruth Ortiz, María del Reposo Carrero, ya explicó la semana pasada que estaba a la espera de que el Supremo remitiera toda la documentación a la Audiencia Provincial de Córdoba para que, a partir de ahí, se ordenara la ejecución de la sentencia y, de esta forma, poder inscribir la defunción de los menores en el Registro Civil. Una vez cumplimentado este paso, algo para lo que no hay plazo definido, pero que bien podría quedar satisfecho en torno al aniversario de la desaparición, será cuando los restos óseos de Ruth y José, que se custodian en sede judicial, puedan entregarse a la madre para darles sepultura. La propia Carrero declaró también hace unos días que esto "es lo único que hemos pretendido desde que el 28 de septiembre del 2012 la técnico de la Policía reconoció su error tras las periciales practicadas en agosto" y que confirmaron que los huesos hallados en la hoguera de la finca eran humanos.

De hecho, Ruth Ortiz, a través de su abogada, pidió en varias ocasiones que se le entregaran los huesos, incluso antes de la celebración del juicio, pero la Audiencia Provincial se lo denegó antes y después de la sentencia hasta que esta no fuera firme. Incluso con la misma pretensión recurrió Ortiz al TSJA, pero también el alto tribunal andaluz se opuso. Carrero apeló al "sentido común" y la "humanidad" teniendo en cuenta "el grado de sufrimiento" que la madre llevaba "acumulado", pero el TSJA, comprendiendo la "necesidad personal" de la madre, respondió que no era posible mientras existiera litigio sobre la identidad de los restos óseos. Ahora, una vez que el Supremo ha confirmado la sentencia, ya se puede iniciar el proceso para entregárselos.