-¿Cómo va el proceso electoral?

-Bien, luchando, no contra nadie, pero estamos haciendo un trabajo duro y sabemos lo que es ir sin apoyo de la oficialidad. Sin embargo está saliendo muy digno, pese a la falta de tiempo, y estamos teniendo resultados buenos porque estamos llegando al fondo del problema. Estamos sentándonos con quienes tienen necesidad de ser atendidos, sobre todo en los pueblos, y ofreciendo nuestra mano a los afiliados. Y con mucha ilusión por mejorar cosas.

-¿No se siente apoyada por el PP?

-Al ser el otro candidato la propuesta de José Antonio Nieto y contar con la estructura y el apoyo del aparato del partido, ese apoyo visible y manifiesto no lo tengo yo.

-¿Se siente en desventaja?

-Mucha gente me ha dicho que soy David y ellos, Goliat, pero mi punto de partida ha sido estar unidos. Y desde la unión no se puede ver uno tan pequeño y el otro tan grande, aunque sí es verdad que los apoyos que se han dado oficialmente a Adolfo Molina han sido públicos. Lo mismo que ocurrió con el apoyo a Nieto. Entonces también hubo fotos de gente apoyándolo y ahora se les ha pedido que renueven ese apoyo al candidato de Nieto. Yo no le he pedido a nadie ese gesto. Eso es poner a los compañeros en una tesitura y, siendo todos de la misma familia, es pedir demasiado.

-Veo tensión, ¿pero mal rollo, también?

-Debería de no haberlo. Ni el perfil mío ni el del otro candidato es el de buscar polémica. Ambos huimos de cualquier escenario de mal rollo, otra cosa es que el entorno quiera generar tensión. En mi equipo estamos teniendo un comportamiento impecable. El punto de mi candidatura es la unión, aunque nació, eso sí, de una falta de diálogo y de integración, porque pedimos que hubiera una candidatura en la que se integraran algunas personas de mi equipo. Ante esa falta de consenso es cuando dimos el paso.

-Entiendo que el consenso ya no es posible.

-La candidatura oficialista y prevista por Nieto es la que tendría que dar ese paso y haber consensuado el equipo o al menos escuchar a las personas que estaban dispuestas a poner su trabajo para que el PP fuera más fuerte.

-¿Qué argumentos se dieron? ¿Era un problema de nombres o de proyecto?

-La respuesta que a mí se me dio es que el número 1, el 2 y el 3 estaban designados y la decisión había sido del presidente actual. Pensamos que en un momento tan importante para el PP, lo necesario para mantener la unión hubiera sido integrar a personas en esa candidatura, incluso respetando al número 1. Beatriz Jurado es el número 2; el 3 no lo sé.

-¿Por eso decía usted que no podía haber sorpresa cuando hizo oficial su candidatura?

-Claro, porque cuando se anuncia que Nieto no puede volver a presentarse, sale la persona que es su candidato y yo propongo que, acompañando a Adolfo, haya personas de mi equipo. En esa respuesta de que los tres primeros puestos están designados es cuando decidimos que asumir que no iba a haber ningún cambio era asumir demasiado. Entonces fue cuando dimos el paso.

-¿Le ha llamado Nieto?

-No, me quedé esperando que me llamara para acudir a la reunión que hubo en Semana Santa.

-¿Le ha decepcionado?

-No, ni como político ni como persona. Pero en la gestión que he ido viendo en el partido, dadas las circunstancias actuales con una responsabilidad de Estado, su capacidad como presidente del partido va quedando minada.

-¿Entiende la decisión del PP, en base a sus estatutos, de impedir la compatibilidad de cargos?

-Creo que es de sentido común. Si las cosas se quieren hacer bien y para que se sustenten hay que hacerlas de abajo a arriba. Ese trabajo tan laborioso requiere muchas horas y presencia. Es prácticamente imposible estar solucionando un problema en la junta local de Añora siendo el número 2 de un ministerio.

-Por cierto, ¿qué le pareció la comparecencia de Nieto?

-Estoy totalmente ajena a toda esa circunstancia. Por supuesto me duele que un compañero de la talla y responsabilidad de Nieto tenga que comparecer. Deseo que se aclaren las cosas lo mejor posible.

-¿Qué le ha llevado a meterse en esta ‘pelea’?

-Desde que puse un pie en el PP en 2007 hasta hoy mantengo intacta mi ilusión. Mi padre me enseñó a tener respeto. Respeto tengo a todos pero miedo, no. Sería una contradicción tener miedo dentro de mi propia casa simplemente por querer trabajar más e intentar mejorar lo que se pueda. Tengo la tranquilidad de que lo único que ofrezco es mi trabajo. Y el sillón, desde los 18 años, me lo he ganado sola.

-Entre quienes le arropan está Juanma Moreno Bonilla.

-Entiendo la postura de nuestro presidente regional de mantenerse neutral, es lo correcto.

-Está habiendo problemas en los procesos electorales del PP de Granada, Sevilla...

-En Sevilla ha ganado la candidata no oficialista, que ha hecho también un trabajo titánico porque no ha tenido la estructura a su favor, un poco lo que está pasando en Córdoba. Y lo que se evidencia es que la última palabra la tienen los afiliados, ni el aparato, ni que sea el candidato de José Antonio Nieto. Puedes intentar presionar, pero la última palabra afortunadamente la tiene el afiliado, que debe decidir si cambiamos de escenario o nos quedamos como estamos.

-¿Esa capacidad del afiliado se tendría que llevar, por ejemplo, a la designación de candidatos?

-Por supuesto que sí. La figura del afiliado es importantísima y la forma de pedirles opinión deberían ser más a menudo y para cosas más importantes. Son la base del partido y no le estamos dando el valor que tienen.

-¿Si fuera presidenta del PP de Córdoba que haría?

-Iría al grano en todos los pueblos donde hay un problema importante. El problema debe resolverse allí, no ser impuesto desde la sede. Y luego marcar una estrategia de servicio a las estructuras locales. También habrá que ver cómo se recuperan a los afiliados que se han dado de baja y que han sido bastantes. Y llegar a más sitios. Soy una candidata de la calle, de la gente corriente, de los barrios, de los pueblos. Quiero llegar a más personas para que este partido sea más grande.

-¿Cree que su candidatura aglutina el malestar contra la estructura actual?

-No, para empezar la encabezo yo que no estoy fuera de nada. Intentar encasillarnos en la candidatura de los enfadados o la de los que ya no tienen un papel relevante se desmonta solo viéndome a mí.

-¿Y si no ganara?

-Seguiría trabajando donde mi partido me diga.

-¿Hay que cambiar muchas cosas en el PP?

-Hay que mejorar, ser más cercanos y bastante más humildes.