Casi un año más tarde, pero vuelve. El Centro social Rey Heredia presentó ayer la Cocina Abierta, en la que colabora Stop Desahucios, y anunció que a partir de mañana lunes las personas que lo necesiten podrán acudir a sus instalaciones y recibir alimentos, adquiriendo el compromiso de implicarse en la iniciativa para que comprueben que no se trata de caridad sino de solidaridad. La entidad estima que puede atender a un máximo de cien personas y, por el momento, ya son unas 50 las interesadas en recibir ayuda.

La presidenta de la Asociación Cocina Abierta, Emilia Murillo, explicó ayer que no exigen ningún requisito a los usuarios (no tienen que informar sobre su situación personal) y destacó que estas familias se encuentran "en dificultades, muchas vienen de la construcción y han vivido sin necesidades, pero ahora no tienen nada o tienen muy poco". La cocina desarrollará su actividad de lunes a viernes, de 13.30 a 15.00 horas, y Emilia Murillo detalló que "la mayoría son familias que vienen con fiambreras y se lo llevan a casa", por lo que también "la mayoría" de personas que son atendidas por este comedor "son niños". El almuerzo incluye dos platos, pan y postre, aunque quienes acuden al Rey Heredia también pueden recibir otros productos para el desayuno, la merienda o la cena.

La presidenta de la entidad recuerda que la cocina ha estado cerrada cerca de un año, ya que la Junta de Andalucía la clausuró el pasado 24 de marzo por no tener agua potable. Así, precisó que "el Ayuntamiento de Córdoba nos cortó el agua y después denunció, una presión para echar a la Acampada Dignidad del centro". En su nueva etapa, este proyecto está abierto a donaciones y a la colaboración de personas que quieran trabajar en él, dos aspectos que son imprescindibles para mantenerlo.

El Centro social Rey Heredia acogió ayer la charla Transexualidad. La realidad invisible , organizada por el grupo Transexualidad Transformando de Córdoba. Después de esto, tuvo lugar la presentación de la cocina, que será coordinada por Emilia Murillo, Pepi Garrido, Gloria Garrido y María Molleja, y se prepararon dos potajes que fueron degustados por más de doscientas personas. Los asistentes a la actividad realizaron donaciones, aportaron alimentos (una iniciativa en la que ha participado el Consejo de la Juventud) y disfrutaron de música en vivo.