Los trabajos de restauración de la Sinagoga, que ayer abrió de nuevo al público tras concluir estos trabajos, han arrojado un descubrimiento, que parte del templo judío se asienta sobre la antigua muralla romana, según reveló el arquitecto Maudilio Moreno. Moreno precisó que los sondeos que se han llevado a cabo para descubrir el origen de las humedades que habían deteriorado este monumento indican que esta antigua muralla romana, que discurre por la parte occidental de la Sinagoga, sería distinta a la árabe de la calle Cairuán, que es posterior. "Se pensaba que la antigua muralla romana iba por debajo de la calle Cairuán, pero al analizar la cimentación de la Sala de la Oración hemos comprobado que se apoya sobre un muro de cronología romana que se conservaría en la Judería", añadió este arqueólogo. Otro descubrimiento que han aportado estos trabajos, indicó la delegada de Cultura de la Junta, Manuela Gómez, ha sido la localización de vestigios de un depósito hidráulico en el solar anexo a la Sinagoga de la calle Judíos, 18, que también es propiedad de la Junta. "De resultar medieval, podría ser compatible con un posible mikvé o baño judío, de condición privada y asociado a esta casa", manifestó Gómez. En este solar se ha documentado un ramal de acueducto, que discurre por el interior del adarve de la muralla, resaltó la delegada de Cultura.

Manuela Gómez avanzó que tras invertir la Junta 250.000 euros en catas arqueológicas y consolidación y restauración de las yeserías de estilo nazarí de la Sinagoga, el siguiente proyecto es poner en valor en el primer semestre del 2015 el solar anexo a la Sinagoga. Se continuará con la investigación arqueológica de estos restos para su exposición y conservación. Este espacio funcionará de antesala de la Sinagoga y allí se instalará un centro de información, aseos y un punto de descanso. También está prevista la rehabilitación de la casa del portero, como área de administración e investigación, actuaciones todas que contarán con una inversión de 350.000 euros.

El arquitecto de la Junta Francisco Rioboo ha coordinado los trabajos de restauración de la Sinagoga (declarada monumento en 1885 y Bien de Interés Cultural). La actividad arquitectónica la ha dirigido el arquitecto Arturo Ramírez y se ha centrado en la mejora del inmueble frente a la humedad, mientras que la restauradora Anabel Barrena ha coordinado la actuación sobre las yeserías. Ramírez destacó que "estamos ante una joya que se ha conservado milagrosamente", ya que la última restauración importante se remontaba a 1930. "El edificio de la Sinagoga de Córdoba respira Granada, es otro valor de la mezcla de estilos artísticos en la ciudad", manifestó Ramírez.

A las 13.00 de ayer se reanudaron las visitas a la Sinagoga con gran éxito de visitantes, que esperaban impacientes que el templo judío abriese sus puertas. "Un día histórico para Córdoba", apuntó la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, "porque recuperamos en todo su esplendor un espacio monumental único. Para la Junta supone una satisfacción inmensa comprobar que hemos devuelto en solo tres meses a los ciudadanos en las mejores condiciones el segundo monumento más visitado de Córdoba, tras la Mezquita Catedral".