El sector del comercio se enfrenta a un momento de cambio muy importante. Además de la revolución tecnológica, que les exige adaptarse a nuevas fórmulas de promoción y venta hasta hace poco impensables, en el ámbito textil el cambio climático está haciendo estragos en las previsiones, ya que las estaciones ahora no llegan cuando se las espera. Ante estos retos, solo cabe aplicar el principio de resiliencia, permanecer estáticos mientras todo cambia solo puede llevar al desastre.