El hospital Reina Sofía convocó ayer a los medios de comunicación para informar de cómo los profesionales del centro llevan unos días practicando con un robot quirúrgico, el único modelo comercializado en el mundo para cirugía laparoscópica en humanos, con el que han podido intervenir a algunos pacientes. Y es que el centro pretende invertir próximamente en este tipo de tecnología robótica aplicable a las áreas ligadas a la cirugía abdominal como la ginecología o la urología, sobre todo, en cirugía colorrectal y prostática. Hospitales andaluces como el Virgen del Rocío de Sevilla o el Carlos Haya de Málaga llevan una década empleando una versión anterior de este modelo, obteniendo resultados satisfactorios, según la gerente del hospital, Marina Álvarez y la jefa de la Unidad de Urología, María José Requena.

La adquisición de este robot supondría una inversión de unos dos millones de euros, según Álvarez, que sugirió la intención del centro de avanzar en la línea de la robótica aunque no quiso dar fechas para la adquisición, ya que, de momento, no está siquiera presupuestado el gasto.

El hospital Reina Sofía no cuenta con ningún robot de estas características aunque lleva años trabajando en el proyecto Broca, que ha desarrollado un prototipo en el que han colaborado ingenieros y cirujanos andaluces, en su mayor parte de Córdoba. Ese proyecto, que se encuentra aún en fase experimental, se encuentra a la espera de la financiación necesaria para convertirlo en una realidad y hacer que se pueda comercializar. Comparte con el modelo que actualmente está en el mercado posibilidades como la cirugía mínimamente invasiva o la mayor precisión (el Broca incorpora visión 3D), pero además de usarse en cirugía abdominal, se podría emplear en cirugía torácica, cardiovascular, urológica, ginecológica o pediátrica. Precisamente, la doctora Requena ha sido una de las coordinadoras del proyecto, al respecto del cual ayer dijo que «aún no se ha llevado el desarrollo clínico del mismo». Se hizo una fase que se hizo con fondos del Ministerio de Educación y ahora está a la espera de una segunda fase en la que «deberían entrar empresas para que ayuden al desarrollo». Con suerte, indicó, «le quedarían al menos tres o cuatro años para poder completar el proceso y que se pueda usar». Mientras tanto, el hospital baraja comprar un robot a la única empresa que ya lo oferta en el mercado. «Ambos proyectos son complementarios», insistieron Requena y Álvarez. «Estamos trabajando en la mejora del blo que quirúrgico, en darle un impulso en todos los aspectos y la parte tecnológica es muy importante por lo que, si los equipos de profesionales piensan que supone un avance en el servicio que se presta, en breve, se planteará para incluirlo en la práctica asistencial», explicó la gerente, que habló de «fórmulas mixtas» entre el hospital y la Junta de Andalucía para conseguir la financiación necesaria.

JORNADA DE 37,5 HORAS // En relación con la aplicación de la jornada de 35 horas, que según Satse, no se está aplicando por decisión de la gerencia, Marina Álvarez aseguró que la dirección se ha reunido con los miembros de la junta de personal, sindicatos y profesionales del hospital para explicarles que «el cambio de horario se haría de forma progresiva», ya que para hacerla efectiva es necesaria la incorporación de más profesionales. En este sentido, indicó que «ya se están contratando personal para poder aplicar y adaptar la jornada» a las nuevas exigencias de horario.