La orden de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca lleva desde el año 1977 en Córdoba y hoy celebra el 40º aniversario de la fundación de la curia general. "Estamos tan repartidos que vamos celebrándolo por regiones", comenta el hermano superior de la Cruz Blanca en Córdoba, José Villar. Como suele pasar en otros ámbitos de la vida, la labor de esta congregación religiosa es tan ardua y agotadora como reconfortante. En este sentido, en la casa familiar San Francisco de Asís, perteneciente a la orden, se crea un clima de hogar muy especial, y es que personas enfermas, así como discapacitadas, encuentran un rincón donde pasar los días recibiendo la atención que necesitan.

"Hay 54 residentes en la casa actual, a los que hay que sumar los que forman parte del taller ocupacional que desarrollamos para hacer actividades, lo que hace un total de 66 personas", añade Villar, uno de los tres franciscanos que conviven con los enfermos. "Es difícil dar una cifra exacta, pero puedo decir que las personas tratadas superan los centenares y se acercan al millar", informa el hermano superior mientras saca tiempo entre los múltiples quehaceres de la casa familiar San Francisco de Asís. Desde el 2008, Villar asegura que el cuidado de los enfermos se ha disparado, "pero también el número de ayudas y donativos en todas nuestras casas, como otras instituciones".

A través de su extensa red de voluntariado, casi 300 personas (de las que solo 50 suelen trabajar en la sede), la congregación consigue completar tareas de normalización y socialización con los chicos internos en la casa, en su mayoría discapacitados y personas gravemente afectadas. "Existen tres tipos de voluntarios", explica María José Villar, responsable de administración del centro, "que se dividen entre el personal de cocina, los encargados de la ropería y los encargados de proporcionar trato personal a los afectados", aunque afirma que hay otros voluntarios que "por trabajo u otras razones no pueden venir a las horas que les decimos ni a los lugares donde quedamos pero que sí aportan su granito de arena económicamente". Antes de volver al ajetreo de cada día, María José reconoce que "si no fuera por los voluntarios, muchas de las cosas que hacemos no saldrían para adelante". Hoy, la Catedral acogerá a las 12.00 horas a todos los hogares de Andalucía en una misa oficiada por el obispo, Demetrio Fernández.