Inevitablemente, cuando pensamos en las rebajas hace diez años, es una imagen la que invade nuestra cabeza: cientos de personas entrando en cualquier El Corte Inglés de España como si del mismísimo apocalipsis se tratara. Cada una de ellas con el único propósito de conseguir el mejor descuento en aquello que llevaban meses esperando para comprar. ¡Pobres los rezagados que en casa se quedaran aquel día!

Así, María Baena, en su primer día de rebajas, mientras buscaba un bañador para regalarle a su marido, recuerda que «antiguamente se vivían con más impaciencia que ahora. Esperábamos para lograr comprar las cosas que preveíamos durante el tiempo anterior. Actualmente, compro menos el primer día y voy haciéndome con lo que me gusta a lo largo del período de rebajas». También, Emilia Roldán, una de las dependientas de Olga Brinkman, con más de 30 años de experiencia, afirma que «los primeros días de rebajas eran un no parar, era espectacular. Ahora empiezan más calmadas y van cogiendo ritmo poco a poco».

Pero quien sabe de verdad de lo que habla es el director de Comunicación de El Corte Inglés, Daniel García Ibarrola, que ha vivido desde primera línea el cambio drástico en esta imagen del primer día de rebajas, donde apenas se podían ver unas decenas de personas entrando con tranquilidad a los grandes almacenes. Atribuye este cambio a que «el cliente está más informado y las rebajas han cambiado en tanto que el cliente planifica mejor lo que serán sus compras y evita las aglomeraciones que encontrábamos antes».

Los hábitos de compra tampoco son los que eran antes, pues «las nuevas tecnologías implican que el cliente tenga distintos canales en los que puede realizar su compra. Precisamente por eso trabajamos en la omnicanalidad» dice García Ibarrola. Paloma Gómez, consumidora y experta en marketing de moda, confirma que «en años anteriores el primer día de rebajas se tenía que hacer colas de dos horas. La gente en ese aspecto se ha calmado porque tenemos la posibilidad de hacerlo online. Se agota primero todo en la web y en tienda quedan más cosas. Personalmente prefiero comprar online, porque no hay el caos propio de este período».