El juicio iniciado ayer contra un agente de la Policía Nacional acusado de un delito de revelación de secretos y de la omisión de perseguirlos, y contra un segundo acusado de tenencia ilícita de armas duró apenas diez minutos después de que las partes acordaran una rebaja de las penas solicitadas por el fiscal. De tres años de prisión, inhabilitación absoluta durante diez años, multa de 15 meses por una cuota diaria de 20 euros e inhabilitación especial para empleo y cargo público durante cinco años que se solicitaba inicialmente, el agente deberá asumir, tras aceptar los cargos, una condena de 12 meses de multa de 9 euros (3.240 euros en total) e inhabilitación de dos años más costas judiciales. Dicho agente, que ocupaba un puesto en la comisaría de Judá Leví, estaba acusado de realizar hasta en más de 140 ocasiones consultas a los archivos informáticos de la policía sobre asuntos no relacionados con su trabajo y sobre investigaciones relacionadas con delitos contra la salud pública, usando la información para avisar a conocidos o realizar negocios particulares. La acusación de omisión de perseguir delitos fue retirada por la Fiscalía durante el juicio.

El otro acusado vinculado a la investigación, en su caso por tenencia ilícita de armas, también aceptó los cargos y una condena rebajada de dos años de prisión y suspensión de empleo y cargo público. Inicialmente, la Fiscalía solicitó dos años y seis meses de prisión.