Numerosos cordobeses han dado este sábado, en la iglesia de San Andrés, su último adiós a Pilar Chofle Miranda, de 99 años, natural de La Carlota, pero vecina del Realejo, de la calle Mancera. «Una mujer «con el corazón entregado a los demás», como señala Rafael Ángel Castejón Torrico, de la asociación por la igualdad Lola Castilla.

Pilar Chofle tuvo dos hijos y, durante su infancia, siempre contribuyó como pudo para conseguir junto a sus padres el sustento para alimentar a sus hermanos. También ayudó a sacar adelante y acogió durante varias décadas a muchos niños, cuyas madres o familias disponían de menos recursos, y a los que ella contribuyó a criar como hijos propios, aportándoles todo su cariño.

Varios colectivos pidieron la Medalla de Córdoba para esta cordobesa, aunque ese galardón nunca llegó, pero sí uno que le hizo mucha ilusión a Pilar, ser reconocida en el 2006 con un premio Patrimonio Humano, que concede el Distrito Centro. Además, una asociación del barrio de San Pedro lleva el nombre de esta cordobesa. «Ha sido una persona muy querida en todo el Realejo, con una bella palabra para todo el mundo», recalca Castejón.

Uno de los hermanos de Pilar era Luis Chofles, cantaor flamenco, y la estirpe flamenca ha seguido en un nieto de esta mujer, José Chofles, bailaor.