El empresario y concejal de Unión Cordobesa, Rafael Gómez, es desde ayer consejero de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), el órgano que planea y observa el cumplimiento de las normas urbanísticas en Córdoba. El Pleno celebrado ayer era el primero del curso y destacó por la ausencia del alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto, que se encontraba en un viaje a Nueva York con motivo de la Copa Davis. Precisamente, el vuelo relámpago del regidor monopolizó buena parte de la bronca política (ver página 5).

Respecto a la GMU, Rafael Gómez sustituirá a Juan Miguel Alburquerque en su consejo rector como representante de Unión Cordobesa, la fuerza política encabezada por el dueño de Arenal 2000 y que logró cinco concejales en las elecciones municipales del pasado mes de mayo. De este modo, Gómez formará parte del máximo órgano de decisión en materia urbanística local. El mismo órgano que le ha impuesto varias sanciones por supuestas ilegalidades urbanísticas; entre ellas, una multa de más de 24,6 millones de euros por construir sin licencia las naves de Colecor.

Gómez, que fue preguntado por los periodistas sobre este nombramiento al término de la sesión plenaria, restó importancia al cambio y negó que los cordobeses pudieran criticar que él forme parte ahora del organismo que lo ha sancionado en varias ocasiones. Gómez despachó el asunto con un "no tiene la mayor importancia" y "no hay problema, simplemente se ha decidido así". Asimismo, en unas declaraciones a Europa Press , Gómez se refirió a los bienes embargados a Arenal 2000, de los cuales cuatro saldrán a subasta a finales de este mes: "Cuando se terminen las cosas hablaremos", dijo. Las cuatro subastas de fincas, que se celebrarán el 29 de septiembre, responden al expediente de Hacienda del Ayuntamiento cordobés contra la citada empresa para saldar la deuda de 30 millones que mantiene con el Consistorio cordobés.

QUE GANA GOMEZ La presencia de Gómez en el Consejo Rector le confiere derecho de acceso automático a todos los expedientes urbanísticos que se estén tramitando y derecho de petición de cualquier expediente que haya en la GMU. Tendrá que dar su voto para la aprobación de asuntos relacionados con el planeamiento urbanístico de la ciudad, planes de sectorialización, planes parciales, planes especiales, innovaciones de PGOU... En definitiva, dispondrá de información absolutamente privilegiada. En cuanto a los deberes, el nuevo consejero no podrá revelar información y si hay algún asunto que afecte a sus empresas tendrá que abstenerse. Tanto IU como PSOE tacharon ayer de "absolutamente reprochable y falto de ética" que quien tiene intereses inmobiliarios forme parte del Consejo Rector de la Gerencia.