EDAD 50 AÑOS

FORMACION ESTUDIO EN LA ESCUELA TECNICA SUPERIOR DE ARQUITECTOS DE MADRID, AÑADIENDO UN MASTER MDI POR LA POLITECNICA

Nació en Córdoba y aquí permaneció hasta los 17 años, "un tiempo importante, porque es en el que te conviertes en quien eres", dice este hombre de elocuencia a la cordobesa, que es un hablar pausado y filosófico que él no duda en definir con cierta sorna como "senequista". Debe de ser parte del legado genético que le transmitió su padre, uno de los grandes artífices de la arquitectura moderna de España, cuyo recuerdo salpicará toda la conversación. Rafael de la Hoz Castanys ha heredado de aquél el mismo nombre e idéntica profesión, lo que hace que suela firmar sus trabajos añadiendo el apellido materno, para evitar equívocos. También se le parece al ilustre cordobés desaparecido en las hechuras --aunque de rasgos mucho más escurridos en este caso--, en el sentido del humor inteligente y zumbón y en una concepción humanista de la arquitectura donde el ser humano sigue siendo la medida de todas las cosas.

La tarde de nuestro encuentro, una de esas tardes plomizas y tristonas que se prestan a las confidencias, Rafael de la Hoz III --la saga de arquitectos se remonta al abuelo-- acababa de llegar de Miami a Madrid, donde vive y tiene montado su ´cuartel general´, y parecía cansado. Puede que fuera el jet lag , o que los asuntos laborales no le hubieran salido a plena satisfacción, pero lo cierto es que este hombre alto, elegante y dinámico lucía un aire de desencanto que casaba mal con el técnico incombustible que sin duda es, viajero vocacional y autor de proyectos tan sonados como el edificio que se levantará en la localidad gaditana de Los Barrios, considerado ya ´el techo de Andalucía´.

--¿Cómo se vive trabajando un día en Madrid, otro en China y otro en los Emiratos Arabes, por citar algunos de los sitios que cuentan con proyectos de su firma?

--Pues mal, se vive mal. Con el autoengaño de que esto es temporal, que vas a llegar a la meta y se va a acabar. Supongo que en otras profesiones sucederá algo muy similar. Hace poco leí que tendemos a pensar que si cualquier personalidad del pasado volviera se quedaría asombrada de los avances tecnológicos, cuando lo que le dejaría boquiabierto es el ritmo de vida que llevamos, que le parecería invivible. Y es cierto.

--Supongo que el estar tan viajado no sólo ampliará sus horizontes profesionales, sino su creatividad.

--Una de las grandes ventajas de viajar es que te reconcilias con lo tuyo. Sirve para comparar, y ahora vuelvo cargado de dudas de Miami. La sociedad americana es muy competitiva, tiene sus luces y sus sombras.

--Hablando de comparar, ¿se hace mejor o peor arquitectura en el extranjero?

--No es mejor, no, y ésa es una de las grandes reconciliaciones. A España se la asocia fuera con el flamenco y el Real Madrid, pero aparte de esos iconos, la arquitectura es uno de los parámetros de calidad con que se vincula a España. Lo que nos falta es el empuje colectivo de otros países que asocian imagen y comercio. Francia no tiene empacho en unir el nombre de los grandes modistos a cualquier otra operación, e Italia lo mismo.

De todas formas, añade irónico, tanto fuera como dentro de este país al arquitecto se le debería considerar como una especie de meteorólogo, "porque casi nunca acierta en sus predicciones". Y es que surgen tantos imponderables desde que se traza un trabajo hasta que éste se da por acabado que "nos pasamos la mitad del tiempo presentándolo y la otra mitad --apostilla-- explicando por qué las cosas no han salido como las proyectábamos". Algo que no le impide acometer las iniciativas salidas de su estudio --consistente en dos plantas de un espléndido edificio situado en el madrileño Paseo de la Castellana-- con el entusiasmo de un primerizo.

--Cuénteme ese proyecto que prepara en La Línea de la Concepción y que, con sus 126 metros, será el edificio más alto de Andalucía.

--A mí no me gustan mucho esas referencias, los pueblos viejos y cultos como el nuestro no necesitan caer en estereotipos. El terreno más extenso, la torre más alta... La arquitectura no tiene nada que ver con el tamaño, en el que siempre hay un componente de arrogancia.

--Veo que no es usted de los que se dan autobombo, porque en lugar de enorgullecerse de que lleve su firma un edificio que se anuncia como modélico, parece que le molestara.

--Es que es un aspecto de mi profesión que no me gusta nada, aunque entiendo que posiblemente sea necesario en una sociedad del espectáculo como la nuestra.

--Una sociedad donde todo el mundo quiere sentar a un arquitecto estrella a su mesa.

--Yo es que no fui formado en esos valores. Mi padre me decía: "No le pongas nunca al edificio que estés construyendo toldos que lo oculten para luego dar la gran sorpresa como si alzaras el telón de un teatro, porque pudiera ser que el sorprendido seas tú y te lleves la gran decepción". Obviamente no quiero quitar méritos, sobre todo a esa capacidad que me emociona de Andalucía de levantar edificios en altura y grandes proyectos ilusionantes. Me refiero a que me gustan otras referencias, más cercanas, más nuestras.

--¿Cómo define, entonces, su macroproyecto andaluz?

--Pues a lo mejor suena arrogante, pero intento contribuir a la identidad de una bahía hermosísima, que es la de Algeciras, como un registro industrial más de los que allí se asientan.

Lo que más le reconforta, dice, es que sea "un producto en Andalucía y de andaluces llenos de entusiasmo". Un producto, o sea un edificio presupuestado en 40 millones y cuya disponibilidad se espera para 2008, que llevará por todos lados acento cordobés. Y es que lo construirá la empresa Valcruz, corriendo el asesoramiento técnico por parte de la sociedad Ingeniería y Gestión, de la que es consejero el ex ministro Manuel Pimentel, tan vinculado a esta provincia.

--Aparte de que le guste más o menos la referencia de la altura, su proyecto se ha ´vendido´ en prensa como ´el techo de Andalucía´, y además se trata de dos espectaculares torres gemelas que, en cierta forma, recuerdan a las desaparecidas de Nueva York. Dígame, ¿en arquitectura también ha habido un antes y un después del 11-S?

--Aunque parezca increíble, en lo de las torres gemelas no había caído hasta este momento. Los edificios en altura, otra cosa son los rascacielos, no son ni más ni menos seguros que cualquier otra tipología edificatoria. En cuanto a lo de los atentados de Nueva York, hay que tener en cuenta que lo que ataca el terrorismo no es la altura, es el símbolo. Por eso atacan el Pentágono, las Torres Gemelas e intentan atacar el edificio del Congreso. En EEUU se atacaron esos símbolos, pero en otros países los símbolos son otros.

--Da miedo pensarlo.

--Da miedo, sí.

--No sé si sabe que en Córdoba se ha proyectado construir otro edificio alto y emblemático en el solar del antiguo hotel Meliá, la Torre Prasa, y que se ha generado tal polémica que ni rebanándole plantas acaba de gustar la idea a todos.

--Conozco el proyecto sólo desde la periferia, no los detalles. A mí me parece un hotel de buena arquitectura, y en cuanto a su proximidad al casco histórico es