La aprobación definitiva de la innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que es necesaria para posibilitar la instalación de una zona comercial en el parque científico tecnológico Rabanales 21 podría llegar después del verano, entre los meses de septiembre y octubre. En la línea de lo avanzado por fuentes municipales a este periódico (que apuntaron que los trámites estarán resueltos, previsiblemente, antes de que finalice el año), el presidente de Rabanales 21, Manuel Pineda, señaló ayer que «si todo va bien, para después del verano podría estar lista la aprobación definitiva», apuntando los meses de otoño.

En respuesta a lo solicitado por el promotor de esta iniciativa, Pineda comentó que «no será posible» que este nuevo paso se encuentre concluido antes de que finalice el preconcurso de acreedores en el que se encuentra el parque, pero afirmó que «confiamos en que el área comercial siga para adelante».

De este modo, Pineda atribuyó a «un malentendido entre técnicos» el requerimiento enviado por el promotor a Rabanales 21 el lunes pasado, en el que pidió que se le indique una fecha para el impulso de la zona comercial. Esta confusión habría tebido lugar en relación con los trámites que hay que ejecutar para lograr la aprobación definitiva de la innovación, que son un estudio de evaluación ambiental simplificado y una modificación de un artículo del PGOU.

El presidente del parque anunció, además, la intención de reunirse con el promotor para abordar distintas cuestiones. Fuentes municipales subrayaron ayer que la relación existente entre Rabanales 21 y el promotor «es fluida y hay sintonía», y destacaron que se mantendrán reuniones para poner en marcha y finalizar el proceso lo más rápido posible.

Por su parte, el promotor confirmó que Rabanales 21 contactó con él para expresarle su voluntad de mantener un encuentro y comentó que «teníamos que habernos visto antes». En declaraciones a este periódico, precisó que «espero que me contesten por escrito», insistiendo en que «he pedido una solución».

Este empresario hizo hincapié en que «pasan los meses y seguimos atascados en el mismo sitio». Así, este proceso para innovar el PGOU ha excedido ya los dos años de duración y ha atravesado momentos en los que incluso desde el Ayuntamiento de Córdoba se ha llegado a descartar la implantación de un área comercial en el parque científico y tecnológico. El promotor manifestó ayer que «la pelota está en su tejado» y abundó en que «estamos hablando de muchísimos perjuicios que pueden tener la ciudad, el parque y las arcas públicas».

De este modo, el lunes pasado confirmó que no descarta tener que abandonar este proyecto y, si se diese este caso, sería necesario depurar responsabilidades y aclarar a qué se ha debido. En el pasado 2015, la paralización de los trámites le llevó a plantear un ultimátum en el que destacó que se perdería una inversión de 30 millones de euros y 400 puestos de trabajo.