El Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Córdoba (CRTS) cumple 25 años. Al frente de esta institución ha estado, desde su apertura en 1991 y hasta hace apenas semanas, el doctor José Luis Gómez Villagrán, que se muestra orgulloso de los logros obtenidos por el CRTS bajo su dirección. El principal éxito ha sido el haber contribuido en todo este tiempo a salvar cientos de miles de vidas, gracias a las donaciones de sangre y a la solidaridad de los cordobeses. La Federación Andaluza de Donantes de Sangre nombró a Gómez en el 2014 socio de honor, por varios méritos, entre ellos el haber logrado más que duplicar en Córdoba la tasa de donaciones de sangre por cada mil habitantes/año, que durante su mandato ha pasado de 20 a 42,8. Y ahora acaba de recibir el premio Averroes de Oro Ciudad de Córdoba, que otorga la Asociación Profesional de Informadores Técnicos Sanitarios de Córdoba. Gómez está casado con la neonatóloga del Reina Sofía Juana Guzmán, que se acaba de jubilar como él. Y su hija Elena trabaja como cardióloga pediátrica en el hospital cordobés.

--¿Trabajó primero en el Reina Sofía y participó en los primeros injertos de médula ósea?

--Sí. El jefe del servicio era el doctor Antonio Torres y yo estaba al frente del Banco de Sangre. El primer trasplante de médula se efectuó en 1981 en Córdoba y fue el segundo de España.

--¿Hace unas décadas había conciencia de donar sangre?

--Cuando llegué al Reina Sofía la donación de sangre ya estaba regulada y era altruista. En el hospital se procesaban las donaciones de sangre hasta que abrió el CRTS, pero era la Hermandad de Donantes de Sangre la encargada de organizar las colectas. Como responsable del Banco de Sangre, llamaba a la hermandad cuándo faltaban reservas. En aquellos tiempos había mucha escasez de sangre. En 1989 el Reina Sofía empezó a trabajar en el primer trasplante de hígado. Pero el primer injerto de este órgano que se barajó hacer no pudo efectuarse por falta de sangre y hubo que esperar a otra ocasión. En aquellos años era habitual que se suspendieran operaciones de todo tipo por falta de sangre, aunque siempre había un mínimo de recursos para atender las urgencias.

--¿En aquellos tiempos eran los familiares de los pacientes los principales donantes?

--Sí, pero no porque esa sangre fuera a destinarse al enfermo que era de su familia. Al ver estas personas que a su familiar le habían puesto sangre se concienciaban de la necesidad y donaban, pero para ayudar a cualquier paciente. A mediados de los 80 se aprobaron los planes nacional y andaluz de Hemoterapia, que contemplaban la apertura de los centros de transfusión. El tercer centro abierto en Andalucía fue el de Córdoba. Los inicios fueron complicados, porque mientras montábamos los equipos había que seguir dando el servicio. Compramos unidades móviles porque sólo teníamos una antigua. Carecíamos de sistema informático, los laboratorios no estaban automatizados, contratamos y formamos al personal. Además, empezamos a organizar una programación de colectas diaria junto a la hermandad, entidad que había hecho una gran labor previa de contar con una red de delegados locales, que fuimos extendiendo por toda la provincia. Córdoba pasó en el transcurso de los años de ser una provincia con muchos problemas de suministro de sangre a prestar hemoderivados a otras provincias.

--¿Y cómo se logró pasar de las 17.000 donaciones registradas en Córdoba en 1991 a las más de 30.500 del 2014?

--Es el resultado del trabajo diario de los responsables de promoción del CRTS, del esfuerzo de los 130 delegados y colaboradores locales, de los medios de comunicación, la difusión en las redes sociales y página web, transmitiendo a los cordobeses que sigan siendo generosos, que la donación es una necesidad.

--¿Cuántas vidas salvan en Córdoba las donaciones de sangre?

--Teniendo en cuenta que en Córdoba se obtienen más de 30.500 donaciones anuales efectivas y que cada una de ellas se multiplica por 3, porque se hacen concentrados de hematíes, de plasma y plaquetas, eso supone que cada año casi 100.000 personas son candidatas a recibir uno de esos componentes o varios para curarse o mejorar su vida. Y si se multiplica eso por 25 años da como resultado cientos de miles de vidas salvadas.

--¿Qué porcentaje de la población total es donante habitual?

--Pues sólo lo hace el 5% de la población y podría llegar a ser entre el 15% y el 20%. Además, está el problema de que hace 25 años el donante habitual de sangre tenía entre 18 y 30 años y ahora se sitúa entre los 30 y 50 y a partir de los 65 años ya no se puede donar. Por eso, trabajamos intensamente para incorporar al censo más donantes jóvenes y garantizar que durante muchos años donen sangre.

--¿Qué cometidos tiene el CRTS?

--Lo primero, organizar la donación de sangre y planificarla. Tenemos un censo de donantes, a los que citamos para que se acuerden de donar. Programamos unas 500 colectas anuales, desplazándonos por toda la provincia, para garantizar las reservas. En segundo lugar, en la sede del CRTS, que se ubica junto al Reina Sofía, se procede al fraccionamiento y análisis de la sangre, descartando que la misma contenga enfermedades transmisibles, garantizando la asistencia hemoterápica segura y de calidad. Se etiquetan los componentes y se mantiene un stock para surtir a los hospitales. También nos llega de Jaén toda la sangre donada, con la que se sigue el mismo sistema de estudio y almacenamiento con destino a los hospitales de Jaén. Por otro lado, el CRTS está acreditado como banco sectorial de tejidos, lo que garantiza la calidad de los implantes tisulares, cada vez mas necesarios y frecuentes. Además, en colaboración con el Servicio de Oftalmología del Reina Sofía realizamos la recepción, procesamiento y distribución de las córneas donadas en los hospitales de Huelva, Cádiz, Sevilla, Córdoba y Jaén. Y en colaboración con el Servicio de Ginecología del Reina Sofía somos el único proveedor en Andalucía de membrana amniótica. Por otro lado, la Consejería de Salud ha centralizado en el Banco de Tejidos de Córdoba el procesamiento de los vasos sanguíneos de la red pública de Andalucía, actividad que se une al procesamiento de válvulas cardiacas que efectúamos en colaboración con el área de Cirugía Cardiovascular del Reina Sofía desde 1996.

--¿Qué investigaciones se hacen en el Centro de Transfusión?

--Nuestras líneas de desarrollo son la promoción de la donación, con la introducción de las nuevas tecnologías (mensajes SMS a los donantes o campañas en redes sociales), que han recibido distintos premios a la innovación. La segunda línea es la incorporación de la tecnología de inmunología plaquetaria, que sólo se lleva a cabo en el CRTS para toda Andalucía. Consiste en que a gran parte de nuestros donantes exclusivos de plaquetas les hacemos también un estudio inmunológico de donante en histocompatibilidad en HLA, puesto que tenemos pacientes con cánceres o leucemias que se hacen resistentes a las donaciones de plaquetas por problemas inmunológicos. Pero gracias a esta censo de donantes hacemos una búsqueda más específica. Y luego en el banco de tejidos hemos desarrollado varias líneas investigadoras. Otro esfuerzo ha

sido conseguir varios certificados de calidad de alto nivel.

-¿El CRTS también colabora con la Fundación Carreras en el registro de donantes de médula ósea?

-Sí y se ha venido consiguiendo elevar la cifra de donantes progresivamente cada año.

-¿En estos 25 años de actividad ha cambiado el uso de las reservas sanguíneas?

-La demanda de unidades de sangre ha venido incrementándose todos los años, pero ya se

ha estabilizado. Ahora se piden más concentrados de plaquetas, destinados a pacientes más mayores, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, y también para afectados por cánceres o leucemias.

-Estados Unidos acaba de aprobar que los gays puedan donar sangre y Francia lo hará este año. ¿En España hay algún veto en este sentido?

-En España no se pregunta al posible donante su condición sexual, pero sí si ha mantenido

alguna conducta sexual de riesgo y no estable, porque entonces debe esperar 4 meses para

descartar enfermedades transmisibles. Nos acusan de puritanos, pero tenemos que velar por

la seguridad de la donación.

-¿Se conseguirá algún día fabricar sangre artificial?

-Queda bastante lejos. Por ahora, sólo se pueden producir pequeñas moléculas como son el

factor VIII o el IX, pero ni los hematíes ni las plaquetas tienen sustitutos artificiales.

-¿Los cordobeses saben apreciar el trabajo del CRTS?

-Un centro de transfusión sanguínea es la viga maestra de la asistencia sanitaria, pero quizás

nuestro trabajo es menos espectacular. A nivel de la sociedad en general y de las autoridades

sanitarias se conoce la donación de sangre, pero no la importante labor del CRTS.