José Carlos Gómez Villamandos, de 55 años, se haya en plena campaña electoral para revalidar su cargo de rector por otros cuatro años. Dado que es el único candidato, se plantea la campaña como un punto de reflexión en el camino. Es doctor en Veterinaria y catedrático de Anatomía y Anatomía Patológica Comparada, echa de menos las clases, que son «un balón de oxígeno», y espera completar en los próximos cuatro años el proyecto ilusionante que inició en el 2014.

-Cuando presentó su candidatura hace 4 años, ¿pensó que sería para 8 años o lo ha decidido después?

-Cuando me presenté fue con un proyecto suficientemente amplio para llevarlo a 8 años y desde ese momento estaba planificado en ese sentido. Cuatro años es un tiempo muy corto y creíamos que lo suyo era ocho.

-Ha conseguido al final que este 2018 no se convierta en un año electoral, ¿cómo ha sido este último año de mandato?

-Los 5 meses que llevamos hemos intentado que la Universidad siga funcionando, que no entráramos en una dinámica electoral, por mucho que nos motiven unas elecciones dentro de la Universidad, pero ha sido un año tranquilo, hemos intentado jugar con los tiempos para evitar precisamente esas situaciones, y luego había que hacer cambios normativos que nos permitieran hacer las elecciones en el tiempo que tocaba. Si manteníamos la normativa anterior, habríamos tenido que irnos a después del verano y el cambio nos ha permitido ir acompasando el tiempo.

-Al ser un único candidato, ¿qué espera de la votación del día 17?

-Cuando hay un solo candidato lo lógico es que la gente diga, bah, para qué voy a votar, por muy amiga que sea y gente que te sigue apoyando. No me he planteado cuál sería un umbral donde yo me sentiría a gusto, pero sí es verdad que podría haber una falta de interés en ir a votar. Pero creo que es fundamental hacer una campaña electoral como si hubiera un contrincante, que sea un punto de reflexión no solo del equipo que se presenta, sino de toda la comunidad universitaria. Y eso es lo que estoy intentando, que tengamos una campaña de reflexión colectiva sobre nuestro futuro.

-En sus contactos con la comunidad universitaria estos días, ¿qué sensación percibe?

-La verdad es que veo a la gente tranquila, siento apoyo, lo he sentido durante estos 4 años, pese a que hemos hecho cambios importantes que, si la comunidad universitaria no hubiera estado detrás respaldando, posiblemente no sería el único candidato. Eso se traduce en una tranquilidad y convivencia creo que adecuada. Lo que sí me ha llamado la atención es el tema de las conexiones eléctricas. Lo que más se ha repetido en todas las reuniones ha sido la necesidad de la pequeña infraestructura, el pequeño detalle del día a día para poder funcionar. Que si hay que pintar, que mejorar la wifi, las conexiones eléctricas… y son ese tipo de cosas las que nos plantean.

-Ha introducido cambios en la estructura de su equipo de gobierno, y ahora plantea un vicerrectorado de Desarrollo Normativo y otro de Desarrollo Territorial, ¿qué pretende con ello?

-Desarrollo normativo porque, cuando hay una modificación estatutaria, ésta lleva acompañada una modificación de muchos reglamentos de la Universidad, que no es solo técnica sino que lleva una carga política, pues esos reglamentos tienen que marcar un camino, y por eso este vicerrectorado. Y en cuanto al desarrollo territorial es poner en evidencia el compromiso que tiene la UCO con el desarrollo de la provincia. Es evidenciar algo que estamos haciendo, que queremos seguir haciendo y que queremos que se vea tanto desde dentro como desde fuera como un compromiso de la UCO con el territorio.

-Pasando a la financiación, ¿se ha conseguido ese extra que año tras año reclama a la Junta?

-Hemos ido creciendo. Hemos conseguido que los criterios de distribución se vayan reajustando, y estamos en una situación algo mejor que en el 2014. La deuda se ha eliminado. Hemos recuperado el IVA, hemos conseguido la recaudación de deudores… pero todavía nos queda mucho que avanzar en el modelo de financiación de las universidades y siempre reclamando convergencia y carácter plurianual.

-¿Está la universidad saneada?

-Sí, está saneada. Nuestro pago a proveedores entra dentro del marco legal que tenemos. Tenemos la tesorería para hacer frente a las nóminas y los pagos… Ya no tenemos tensión presupuestaria o de tesorería, pero queremos más para hacer más cosas. Todo el dinero que recibimos está en el presupuesto e intentamos ejecutarlo, si no al 100%, al 99%. Es dinero público que se da a las universidades para cumplir un servicio público y, como tal, si no lo ejecutáramos, estaríamos haciendo un mal uso de ese dinero.

-¿Cómo calificaría estos cuatro años de mandato?

-Estos cuatro años han sido muy intensos, con muchos cambios, mucho de reorganizar estructuras y redirigir algunas actividades de la Universidad, y sobre todo hemos intentado generar confianza dentro y fuera, en la sociedad. No me canso de decirlo, tenemos que conseguir que toda la comunidad universitaria y la sociedad cordobesa se sienta orgullosa de su Universidad. Y ese es uno de los motivos por lo que aparece un vicerrectorado de Comunicación, porque hay que incidir muchísimo en esa proyección de la imagen de la Universidad de Córdoba.

-Parece que han sido años tranquilos, sin conflictos, ni en el aspecto sindical ni entre los estudiantes, ¿cómo es su relación con estos colectivos?

-Es buena. Con los sindicatos o a nivel de colectivos, cuando ha habido un problema concreto, me he sentado con ellos a hablarlo, y siempre hemos encontrado una solución y un acuerdo. Creo que estamos todos navegando en la misma dirección y eso es importante. Luego, la representación sindical tiene sus propios intereses, sus procesos electorales… pero hay cordialidad en la relación. Con los estudiantes, a través de la comisión de asuntos estudiantiles que pusimos en marcha, la verdad es que hay buena relación. Cuando llegan propuestas y estas son lógicas, coherentes, y conseguimos la disponibilidad económica suficiente, estamos intentando cubrirlas todas.

-Ha dicho que su obsesión en estos últimos años ha sido el empleo, ¿han conseguido estabilizar la plantilla y propiciar el relevo generacional?

-La situación en el PDI es de estabilidad muy grande. Si hay personal no permanente es por la propia dinámica de la Universidad, que tiene que ir luego consolidando sus plazas. Pero nuestros datos nos permiten decir que a cuatro años vista todo el personal no permanente podrá optar a una plaza fija. En el PDI hemos tenido una influencia muy grande tanto en Andalucía, a nivel de la comisión de seguimiento del convenio colectivo, como en Madrid, con el Ministerio de Educación, y se nos ha escuchado mucho. Las propuestas que hemos hecho han sido aceptadas y hemos ido generando unas condiciones que nos han permitido abordar el tema del PDI con solvencia. En el caso del PAS, con la tasa de reposición ha sido más complicado a nivel ministerial cambiarlo, aunque hemos insistido. Pero sí hemos ido sentando las bases y creando condiciones para una RPT y que para estos próximos años lo que hemos hecho en el PDI se haga en el PAS. De hecho, ya se están convocando oposiciones, tanto de promoción interna como de turno libre en las distintas categorías. Así que estos 4 años nos han servido para sentar las bases de lo que hay que hacer ahora y queremos reducir la interinidad al mínimo.

-En cuanto a infraestructuras, ¿en qué se ha avanzado en este mandato?

-Estos 4 años han sido de mantenimiento y de mejoras, que no es poco, y complicado, porque los edificios van teniendo sus años. En Filosofía se ha hecho una ampliación de la climatización; en Derecho, se han ampliado espacios docentes y también climatización… Estamos en negociaciones con la Junta y otras instituciones para que locales que se pudieran quedar libres en breve plazo pudieran cederse a la Universidad para ampliar la Facultad de Filosofía; en Ciencias del Trabajo, el proyecto en el Vial Norte ya está en concurso, y luego en Rabanales, el proyecto de redacción de la urbanización ya sale a licitación ahora. Hemos sacado también las obras RAM (reforma, acondicionamiento y mejora), con más de 500.000 euros, para que los departamentos y centros pudieran hacer solicitudes para reparaciones.

-¿La urbanización de Rabanales se podrá ejecutar al fin este próximo mandato?

-Es un proceso largo. Son 6 fases y unos 6 millones de euros de inversión y, si no ejecutarlo, por lo menos avanzarlo lo más posible. Tenemos que acabar Rabanales, es la obra inacabada. Las grandes obras del campus ya están hechas y nos queda su urbanización.

-Este año, la Fundación Compromiso y Transparencia ha declarado a la UCO como la más transparente de España junto a Cantabria, ¿en qué sentido lo es?

-La UCO cumple los 27 indicadores de ese ránking de transparencia, que queda reflejado en nuestro portal de transparencia, pero además de esta parte formal, lo que también hay es una transparencia interna en el día a día. Se informa trimestralmente al Consejo de Gobierno, que nunca se había hecho, de la ejecución presupuestaria, tanto de la Universidad como de la corporación empresarial. Generar confianza es hacer que las cosas sean transparentes.

-En cuanto a oferta académica, ¿han recibido ya el visto bueno de la Junta para el grado de Psicología?

-Pues acabamos de recibir el informe positivo, así que será una realidad tener Psicología en Córdoba para el próximo curso.

-Han pedido además un nuevo grado, el de Biotecnología.

-Si, es un grado que creemos que puede ser tremendamente positivo para la UCO. Es un grado para abordar la biotecnología desde cualquiera de sus aspectos, desde agroalimentario, biosanitario, el medioambiental, el industrial… tenemos personal preparado para eso y creo que podría completar muy bien nuestra oferta académica, junto con otros que también estamos barajando. Esto sería para el curso 2019.

-¿Qué otros títulos barajan?

-Pues hay otros que podrían ser de interés, en los que tenemos que ver el encaje porque no pueden suponer un incremento significativo en las necesidades de profesorado, y que son muy demandados socialmente e internamente. Son, por ejemplo, Trabajador Social y Educación Física, en principio. Pero, sobre todo, queremos buscar sinergias entre los títulos dentro de la propia Universidad, esos dobles títulos, que comenzamos con ADE y Derecho y hemos ido ampliando. El año que viene ofertamos por primera vez un doble título entre dos centros, entre la Escuela de Belmez y la Politécnica de Córdoba, que es Ingeniería Eléctrica e Ingeniería de Recursos Energéticos, y estamos en negociación con alguna otra universidad para hacer un doble título y tenerlo para el año que viene.

-¿Qué le ofrecen a los alumnos para que escojan la UCO y no emigren a otras universidades?

-Tenemos que luchar contra una situación social, que es que nuestros hijos se quieren ir de nuestras casas a estudiar fuera, esto es una realidad. Lo que sí es verdad es que nuestra Universidad es muy sólida, muy buena universidad, nuestros programas de becas, nuestras condiciones de vida universitaria… todo eso tenemos que venderlo mucho mejor y ser más atractivos, porque es verdad que se van estudiantes fuera, pero también vienen muchos de fuera.

-La matrícula y la oferta de plazas van bajando cada año.

-La matrícula es más o menos estable. Son variaciones muy pequeñas. Ahora dentro de unos años viene una curva de bajada demográfica importante, que eso lo vamos a sentir, y tenemos que hacer que nuestra oferta sea atractiva, no solo para nuestra provincia sino también en otros ámbitos. Y ahí el tema de la proyección internacional es muy importante, de ahí los dobles títulos que intentamos tener con universidades extranjeras, sobre todo iberoamericanas.

-¿Podría ocurrir en la UCO un caso como el del máster de Cristina Cifuentes? ¿Se ha desprestigiado la universidad pública?

-Se ha utilizado para intentar hacer daño al sistema universitario, sobre todo al público. Se ha hecho muchísimo hincapié por parte de algunos medios y algunos grupos en poner el adjetivo público cuando se han referido al famoso máster. En la UCO, cualquier papel que se mueve tiene una trazabilidad absoluta y, si hay algo que se hace mal, se va a saber en qué momento y quién lo ha hecho. Cualquier cosa puede pasar pero puedo asegurar que se detectaría de inmediato.

-Cada vez más se opta por hacer un máster, ¿cómo es la oferta de la UCO?

</b>-Los másteres los hemos ido cambiando. En el 2006 me tocó a mí empezar a montar los másteres y ya iban apareciendo y desapareciendo. Pero estos cuatro años han sido de mucho reajuste en la oferta de másteres, sobre todo atendiendo a áreas donde había mucha demanda y nuestra oferta era menor, como en Ciencias Sociales y Jurídicas, y los tradicionales se han reorganizado y adaptado a las necesidades del entorno. Se han reforzado muchísimo con prácticas externas en empresas y con becas propias, con lo que intentamos fomentar la empleabilidad, que es uno de los elementos clave. Ahora, la Universidad se preocupa más de que sus estudiantes tengan las mayores posibilidades de empleabilidad.

-Los estudiantes le reclaman un presupuesto propio para poder funcionar y una convocatoria extraordinaria para septiembre, ¿qué posibilidades hay?

-Lo del presupuesto propio en su día se intentó, pero ni los representantes estudiantiles en aquel momento ni los propios centros lo veían claro. Por mi parte no habría inconveniente, pero tendríamos que llegar a un acuerdo con los centros porque son ellos los que gestionan esas partidas. En cuanto a septiembre, hay que reconocer que crea algunas disfunciones de calendario, unas fechas muy cortas… pero yo no hablaría de septiembre sino de la tercera convocatoria. Ésta es una de las ventajas que tiene la UCO, es uno de los mayores beneficios que tienen nuestros estudiantes y que repercute en la institución de forma muy positiva, pero tenemos que ver cómo la encajamos temporalmente. No se hace en ninguna universidad y es un logro al que hemos llegado entre todos.

-La comunidad universitaria le ha presentado otro proyecto, que es la creación de un centro intergeneracional, ¿qué perspectivas reales tiene?

-Hay un compromiso total por nuestra parte en hacer un centro intergeneracional, pero no queremos perdernos en un proceso que por ambicioso nos quedemos sin hacer nada. Lo que sí queremos en un primer paso es hacer una escuela infantil, que estaría en Rabanales. Nosotros haríamos una cesión de espacio y luego habría una contrata para su gestión. Estamos buscando esos socios necesarios y hemos contactado ya con empresas.