"Primero hacer un estudio analítico con una muestra de sangre obtenida en el centro de salud y la realización de determinaciones serológicas (anticuerpos), que en algunos casos incluye también de tipo genético. El marcador serológico más específico es la delimitación de los anticuerpos antitransglutaminasa tisular (antiTGt) que en los enfermos celiacos sale muy elevado. Su presencia y cuantificación es muy útil para detectar y controlar la patología. Menos específicos y, cada vez menos usados, son los anticuerpos antigliadina", explica Rosario Martos. "En cuanto al estudio genético se realiza la determinación de los haplotipos HLA-DQ2 y HLA-DQ8. El 95% de pacientes presenta el antígeno HLA-DQ2 y el otro 5%, el HLA-DQ8, pero ser portador de uno de ellos no supone ser celiaco, pues entre el 20% y 30% de la población puede ser portadora del HLA-DQ2 y, solo una pequeña proporción serán celiacos", añade Martos. La biopsia sería la prueba definitiva para la detección y se hace en el hospital Reina Sofía, aunque algunas guías sugieren no efectuar la prueba en pacientes que dan positivo en antiTGt y estudio genético.