Los neurorradiólogos del hospital universitario Reina Sofía ofrecen tratamiento endovascular a pacientes que acaban de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus, que consiste en repermeabilizar las arterias mediante sustancias o dispositivos especiales a través de catéteres. Este procedimiento se emplea en casos que no sean efectivos o estén contraindicados tratamientos menos agresivos, siempre que las pruebas radiológicas realizadas muestren la existencia de partes de cerebro potencialmente salvables. Esta técnica figura entre los últimos niveles de atención dentro del denominado código ictus , un protocolo de actuación urgente que permite identificar con rapidez los casos en los que se produce un ictus, y activar así con la suficiente celeridad las distintas fases y actuaciones que permiten prestar una atención eficaz, reduciendo las secuelas que se puedan producir.

Este protocolo, ya implantado en Córdoba, se define como un circuito de atención prioritaria coordinado por la unidad de Gestión Clínica de Neurología y que implica a Urgencias y Cuidados Intensivos, a los servicios de apoyo clínico y al servicio de emergencias 061 con el fin de que el paciente reciba la asistencia de manera inmediata.