El dictamen de la comisión de la Memoria Histórica ya está listo para que los miembros que forman este grupo de trabajo se pronuncien a favor o en contra de cada una de sus propuestas. Tras esta votación, que se espera suceda el día 13 de diciembre, será el Pleno quien tenga la última palabra, si bien entre las propuestas de la comisión también está abrir el debate de los puntos más polémicos a las organizaciones ciudadanas. El dictamen establece conclusiones en torno a tres cuestiones fundamentales: las fosas, la simbología franquista y los lugares de la memoria de la represión y la resistencia contra la dictadura franquista.

La más llamativa de las propuestas y que sin duda suscitará el debate es la eliminación de quince nombres de calles de Córdoba, en aplicación de la ley de memoria andaluza, entre los que destacan la avenida de Conde Vallellano, la plaza de Cañero y la calle José Cruz Conde. En el apartado sobre las víctimas, se propone la localización de las fosas y su delimitación, la ejecución de catas arqueológicas para la localización de restos, y estudiar la viabilidad de la apertura de una oficina de víctimas del franquismo, que pudiera elaborar un censo de familias represaliadas o una base de datos de fusilados cordobeses. Se insta, además, a firmar un acuerdo entre instituciones tendente a «optimizar recursos y aunar esfuerzos» en esta materia, si bien nada se concreta sobre exhumaciones. En cuanto a la reparación de las víctimas, se propone hacer un reconocimiento a los represaliados en la barriada de Santa Cruz, al capitán Manuel Tarazona y a Manuel Sánchez-Badajoz. En cuanto a los lugares de memoria, se propone dignificar las fosas comunes y declarar como tales el Alcázar, la antigua prisión de Fátima, la comisaría de Ronda de los Tejares, el Juan XXIII, el colegio Rey Heredia y la comisaría de Fleming. También se propone la eliminación de las placas falangistas de las VPO y la cruz de los caídos de la plaza de la Constitución, entre otros.