El hombre acusado de un delito de abuso sexual continuado y tres delitos de abuso sexual supuestamente cometidos sobre sus dos hijastros cuando tenían entre unos ocho y diez años de edad ha manifestado que "es una barbaridad" la acusación, mientras que ellos han ratificado los hechos.

Durante el juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba, que ha quedado visto para sentencia, el procesado ha negado que realizara tocamientos y ha asegurado que "es una locura" que digan que él propusiera que los hijastros mantuvieran relaciones sexuales, algo que, en su opinión, "no tiene sentido".

Además, ha explicado que la relación al principio era "buena", pero desde que ellos tuvieron entre ocho y diez años fue "conflictiva" y "más tormentosa", porque "no se llevaban bien" con sus dos hijos, a quienes, según el padre, "les pegaban". También, ha comentado que les puso a sus hijastros "castigos efímeros", pero "no era duro con ellos", según su testimonio, en el que ha relatado que "nunca" ha tenido problemas con su hija, también menor de edad.

Por su parte, los dos hijastros han señalado que la relación con el padrastro fue "mala" cuando vivieron en municipios del norte de la provincia, después de que se trasladaran desde Madrid, dado que los castigaba "por cualquier motivo", según ellos, a la vez que han indicado que se pasaban "desde semanas a meses" de castigo en la habitación, aunque iban al colegio.

Igualmente, han apuntado que consideraban los supuestos abusos como "juegos" y que no les dieron importancia porque no los consideraban "tan graves", al tiempo que han relatado que lo denunciaron después de que fueran detenidos por una agresión a uno de sus hermanastros e ingresaran en un centro.

Según han aseverado, no denunciaron antes "por miedo", a la vez que uno de ellos ha asegurado que el padrastro los amenazó de muerte, que los hechos eran "sistemáticos" y el procesado "se reía" y los "humillaba", mientras que la madre de los niños "pasaba del tema", aunque "lo presenciaba", según la declaración de uno de los hijos, quien ha apostillado que "a lo mejor no decía nada por miedo".

CALIFICACIÓN FISCAL

En concreto, la Fiscalía pide para el varón en su calificación inicial penas que suman 31 años de prisión y 57 años de orden de alejamiento. Según recoge dicho escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el procesado convivía con su pareja, los hijos que tuvieron entre ambos y los dos de ella, fruto de una relación anterior.

Durante los años de convivencia, desde 2002, el hombre desempeñó "el rol de padre, no solo respecto a sus propios hijos, sino también en relación a los de su pareja". Si bien, desde 2004, aproximadamente, el acusado presuntamente sometió a los menores a "conductas sexuales de manera habitual", en las que, según la fiscal, los humilló.