Ayuntamiento y vecinos se han marcado ya una hoja de ruta en relación a las zonas privadas de uso público. Representantes de distintas delegaciones se reunieron ayer en la Gerencia de Urbanismo con miembros de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara para abordar la situación de estos espacios que no pertenecen al Ayuntamiento, ya que son propiedad privada, pero que son utilizados por todos. En representación del Ayuntamiento, el presidente de Sadeco, Javier Quijada, explicó a este periódico que los asistentes al encuentro se marcaron un calendario de actuaciones que compartirán los vecinos y la administración local y se dieron un plazo de un mes para analizar las tareas. Paralelamente, se hará un diagnóstico de cada zona privada de uso público.

Por su parte, el coordinador de Ciudad Física de Al-Zahara, Juan Andrés de Gracia, explicó que se trata de la «primera toma de contacto del grupo de trabajo» que el presidente de Urbanismo, Pedro García, «debía crear y en ella se han fijado las tareas de Ayuntamiento y vecinos». Previamente, añade, «hay que hacer un diagnóstico por zonas, ya que no todas están en la misma situación». Por ello, indica, hay que ver «qué servicios tienen, o si les interesa o no que el Ayuntamiento intervenga más en esos espacios». Además, en la reunión decidieron analizar «las posibilidades jurídicas» y «qué vías reales tiene el Ayuntamiento para dar servicios». El objetivo es, según De Gracia, «que estas zonas tengan una situación similar a la del resto de las barriadas de Córdoba» y «abrir una puerta y después que la gente la cruce» si lo desea.

Los vecinos llevan tiempo reivindicando soluciones para los espacios privados de uso público. En noviembre pasado, la federación presentó a representantes de todos los barrios que tienen este problema un manifiesto que consensuaron y que dirigieron al Ayuntamiento en el que planteaban tres posibles soluciones, aunque se decantaban más por una, la que está recogida en el PGOU y que consiste en impulsar convenios con el Ayuntamiento para definir la responsabilidad de este y de los propietarios en el mantenimiento y la mejora de estos espacios. Las otras dos propuestas eran limitar el uso de estos espacios cerrándolos, aunque fijando un horario de apertura, con lo que los propietarios son los que se encargarían de su mantenimiento; o que todos pasen a ser propiedad pública y que el Ayuntamiento se responsabilice de ellos.

Las zonas privadas de uso público están presentes desde hace más de 50 años en 17 barrios, según indicaba aquel manifiesto. El texto decía que barrios como Miralbaida, Parque Cruz Conde, Parque de las Avenidas, avenida del Corregidor, Vistalegre, Poniente (bloques de Gran Vía Parque y plaza de toros), Sector Sur, San José Obrero, Santuario, Fuensanta, Parque Fidiana, Fátima, Levante, Zumbacón, Parque Figueroa, Margaritas y Cañero tienen zonas privadas de uso público, en las que hay calles, jardines y espacios libres que los promotores tuvieron que construir por obligación derivada de la ley del suelo de 1956 y que a la hora de vender las viviendas pasaron a las escrituras del vecindario de forma colectiva.