La subida del paro, el aumento de la precariedad y las dificultades para la conciliación del empleo y la vida familiar, entre otros factores, han motivado que en los últimos nueve años --desde el inicio de la crisis económica-- las prestaciones por maternidad o paternidad gestionadas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social en Córdoba hayan registrado un descenso significativo. En el caso de las mujeres, estos subsidios han caído un 20% y se situaron en 4.511 al cierre del 2016. En cifras absolutas, se ha perdido una quinta parte de los procesos que fueron tramitados en el 2007, cuando fueron contabilizadas 5.606 prestaciones por maternidad en la provincia.

El balance dado a conocer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social indica que, del total de los procesos registrados, 4.465 fueron disfrutados por la madre y los padres se beneficiaron de 46. Esto quiere decir que solo en un 1% de los casos las cordobesas que dieron a luz compartieron sus permisos con las parejas. Además, pese al leve incremento de la cifra nacional de prestaciones por maternidad, la provincia experimentó un descenso anual del 1%. La partida económica se aproximó a 21 millones de euros y en este caso sí se produjo una subida, apenas perceptible.

La cuantía de la prestación equivale al 100% del salario y es abonada por la Seguridad Social durante las 16 semanas de permiso. El padre puede disfrutar del tiempo cedido por su pareja al mismo tiempo que ella o a continuación, excepto en las seis primeras semanas de descanso obligatorio para la madre en caso de parto natural. Si la trabajadora cobra la prestación por desempleo total y pasa a la situación de maternidad, percibirá el subsidio correspondiente y, tras agotarlo, reanudará el cobro del paro.

Por otra parte, los cordobeses disfrutaron el año pasado de 3.597 permisos de paternidad y este dato supuso una bajada del 18% en comparación con el 2008 (la estadística no ofrece el resultado completo para el 2007). De nuevo, el número de procesos creció en España y se redujo en Córdoba cerca de un 2%. El gasto originado fue de 2,5 millones de euros, anotando una leve subida interanual. En los casos de los bebés nacidos en el 2017, los hombres disfrutan ya del permiso ampliado a 30 días.

La secretaria de Políticas Sociolaborales de la Federación de empleados y empleadas de Servicios Públicos de UGT, Aurora Ramírez, cree que cuando a una mujer le faltan los ingresos o la estabilidad laboral «te planteas muy bien el hecho de ser madre» e insta a las administraciones a impulsar políticas que permitan conciliar el trabajo y la vida familiar, ya que «sin ellas, la gente no tiene niños». A esto se añaden otras prácticas con las que, según explica, ellas tienen más dificultades en el acceso al empleo y es que «en las empresas te preguntan si quieres tener hijos o si estás casada, esto es una cosa que les echa para atrás».

Para la secretaria de Mujer de CCOO, la bajada de las prestaciones tiene algunas causas fundamentales como la falta de empleo; la precaridad del trabajo, que dificulta el acceso a un subsidio; la dificultad para que los empresarios contraten a mujeres embarazadas o su rol como cuidadoras, que hace que sean quienes mayoritariamente piden el permiso. Esta responsable sindical sostiene que «se han incrementado los despidos relacionados con embarazos» y reivindica medidas para fomentar la maternidad y para facilitar a las empresas la sustitución de la trabajadora cuando sea necesario.