La presidenta de la Fundación Guadalquivir, Ángeles Muñoz, ha negado ante la jueza el supuesto cobro de mordidas a desempleados con cargo a los contratos de un programa de empleo público que abonaba la Junta de Andalucía. "Donde no hay, no hay", ha dicho a los periodistas al salir de declarar como investigada en este caso. "Podemos lo único que ha presentado son recortes de prensa", ha añadido después de que fuera citada por la denuncia de la formación morada. Según sostiene esta, unos 30 trabajadores pagaron cantidades que rondan el 20% de su sueldo durante periodos de seis meses en los años 2015 y 2016.

También hoy ha acudido ante la jueza el parlamentario andaluz de Podemos David Moscoso, que ha ratificado la denuncia y la ha ampliado para que se investigue a un cuarto responsable de la Fundación y las asociaciones Jóvenes hacia el Futuro y Nuevo Guadalquivir, además de Ángeles Muñoz, su hijo Cristian Menacho -ex secretario general de Juventudes Socialistas- y Alejandra Pérez, que fue número dos de JSA. Estos dos últimos también han negado esta mañana los hechos ante la magistrada.

Moscoso ha aportado a la jueza un audio de 45 minutos en el que, según ha explicado, se "señala a personas con cierta vinculación con el PSOE de Córdoba" como implicadas en este caso, pero no ha querido aportar más detalles ni han sido incluidas en su ampliación de denuncia.

Además, Moscoso ha solicitado a la instructora del caso que se ponga en contacto con el Servicio Andaluz de Empleo y sume al expediente las actas de la Inspección de Trabajo en las que "se deja de manifiesto y se prueba de forma tangible que ha habido mordidas y que se han desviado los fondos destinados a la contratación del personal". Según el parlamentario andaluz, la mordida "solo en un periodo, en un programa y con un grupo de trabajadores era en torno a 18.000 euros, pero nosotros solo hemos podido estudiar una parte, por lo que se supone que será mucho más".

Moscoso ha sido perseguido y acosado en la calle por una veintena de personas que habían acudido a los juzgados para apoyar a los responsables de la Fundación. Entre gritos de "ladrón" y "le quitas de comer a los pobres", Moscoso se ha tenido que refugiar en el edificio de Servicios Múltiples de la Junta hasta que se han calmado los ánimos.