Cierto es que durante muchos años el precio del aceite se ha mantenido por debajo de los costes de producción y que esta campaña había poco que vender y se puso bastante producto en el mercado en los primeros meses de cosecha. Sin embargo, unos niveles de cotización como los actuales no son aconsejables para el consumo. Todo lo que esté por encima de los 3 euros en origen tiene incidencia en la demanda y provoca rápidos trasvases a otras grasas.