Los precios no dan respiro, aunque subieron menos que en los meses de abril y mayo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC), en la que se refleja que en junio se elevó el coste de la vida el 0,2%, a pesar de que se produjo un importante descenso del vestido y el calzado por el efecto de las rebajas (-1,1%). De esta manera, el IPC llega en tasa interanual al 2,3%, lo que supone el valor más elevado desde abril del 2017, cuando se encontraba en el 2,7%. En lo que va de año, los precios han subido un 1,2%. El IPC se incrementó en junio por quinto mes consecutivo en la provincia.

Si se analiza la estadística, lo que más creció en junio respecto a mayo fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas (0,7%), seguido del ocio y cultura (0,6%), vivienda, agua y electricidad (0,5%) y otros bienes y servicios (0,5%). Por el contrario, junto a vestido y calzado, lo que más se redujo fue bebidas alcohólicas y calzado (-0,2%) y comunicaciones (-0,1%).

En España, el IPC se incrementó el 0,3%, con lo que la tasa interanual asciende al 2,3%, mientras que en Andalucía la variación mensual fue del 0,2% y la interanual está en el 2,2%.

La secretaria provincial de CCOO, Marina Borrego, afirmó ayer que la subida de los precios que se viene registrando debe llevar aparejada una subida salarial suficiente para que las familias no sigan perdiendo poder adquisitivo y puedan consumir y, con ello, reactivar la economía local. «No podemos perder de vista que en el último año los precios han crecido un 2,3%, una subida que está por encima de la subida media salarial», afirmó.