El precio de los arrendamientos de fincas rústicas en Córdoba inició el pasado año la recuperación tras varios ejercicios de reducción de los alquileres o de cierta estabilización. La encuesta de cánones de arrendamientos rústicos en Andalucía, elaborada por la Consejería de Agricultura, refleja que los cánones variaron al alza de manera general, salvo las tierras de labor en regadío, que bajaron un 3,07%, y los viñedos en secano, que cayeron un 1,24%. La Junta destaca que el resto de aprovechamientos recoge aumentos de cotizaciones, destacando las subidas en olivar de secano y en pastizal, con un incremento del 11,73% y 10,24%, respectivamente. Como es habitual en la provincia, el mayor arrendamiento se paga en las fincas destinadas al cultivo de ajo, con una media de 769,58 euros por hectárea. No obstante, en este cultivo se llega a abonar hasta 844,8 euros en el precio máximo, cayendo el mínimo a 688,7. En este aprovechamiento subió el arrendamiento un 0,92%.

Después sigue la tierra de labor en regadío. El valor más frecuente que se desembolsa por alquilar una hectárea es 441,7 euros, después de que cayera un 3% en el 2014. Los arrendamientos que cotizan a precio inferior son el viñedo de transformación en secano, por el que se paga 303,9 euros (-1,24%); el olivar de transformación en secano (294,4 euros y una subida del 11,7%); la tierra de labor de secano (103,8 euros y una mejora del 1,3%) y el pastizal (64,2 euros y un aumento del 10,2%).

El precio del arrendamiento más elevado en Andalucía se paga en Granada por una hectárea de cultivo protegido bajo plástico, cuya cotización más frecuente llega a 11.631 euros.