El portavoz del Partido Popular, José María Bellido, ha vuelto a tender la mano al gobierno municipal para negociar el presupuesto del Ayuntamiento para el año 2017, aunque ha advertido que no sería una cuestión de incluir una serie de enmiendas «sino de reorientarlo entero». «Estamos dispuestos a alcanzar acuerdos en todo lo que sea bueno para la ciudad, incluidos los presupuestos», dijo ayer en rueda de prensa. El dirigente popular, que reiteró su oferta para negociar aunque reconociendo que no cree que se produzca, exige que el presupuesto se replantee de manera íntegra para cumplir en primer lugar con la responsabilidad fiscal, en concreto con la regla de gasto ordenada por la Intervención General de Fondos; en segundo lugar para seguir reduciendo la deuda, aumentando la inversión, pero sin subir los impuestos, y en último lugar, para garantizar la gestión de las empresas públicas, en particular garantizando la viabilidad de Aucorsa, la situación de Cecosam y la liquidez de Vimcorsa. Con todo, el portavoz incidió en la gravedad que supondría el incumplimiento de la regla de gasto, ya que obligaría a volver a la senda del plan económico y financiero y a dejar de prestar las competencias que no son propias del Ayuntamiento, a saber: mujeres e igualdad, cooperación internacional, educación o infancia, entre otras.

Bellido volvió a lamentar que PSOE e IU hayan llevado el expediente de presupuestos a la comisión de Hacienda, previa al Pleno del martes, sin contar con los apoyos suficientes, algo que refleja «la inestabilidad del gobierno municipal». Así según el portavoz popular, esta situación en la que el gobierno local no tiene aún el apoyo de su principal socio, Ganemos, puede deberse a dos motivos: «O se está haciendo un teatrillo y al final en el Pleno se aprueban los presupuestos con esos 15 votos o la actitud del gobierno es absolutamente irresponsable», al llevar, explicó Bellido, a una comisión de Hacienda algo que no se iba a poder aprobar.

En este sentido, Bellido culpó de nuevo a la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, de gobernar solo para la mitad de los cordobeses y de defender un proyecto «que divide», al apoyarse en «la radicalidad» de Ganemos.