El PP andaluz afronta el segundo tramo de la legislatura de Andalucía con el reto de lograr una mayoría social que lleve al partido a hacerse con el poder en la región en las próximas elecciones autonómicas, previstas para el 2019. Así lo explicó ayer en Córdoba el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, que se reunión con los ocho presiente provinciales de partido, una vez que han concluido otros tantos congresos del PP en el territorio andaluz. «Hoy (por ayer) comienza una etapa nueva para el PP y los dos años que quedan (para los comicios) nos vamos a volcar para atraer una mayoría social que cree en la alternancia, objetivo que creo que es alcanzable», dijo Moreno Bonilla en una breve intervención ante los medios de comunicación en los jardines de la Agricultura.

Y es que, en su opinión, «Andalucía necesita un Gobierno con ambición, con hambre y no una presidenta que gobierne desde la frustración», después de que Susana Díaz «haya cometido el error de dedicar dos años a una ambición personal», la de liderar el PSOE, «que es legítima, pero que está lejos de la ambición colectiva de los andaluces». Para el líder del PP andaluz, «Andalucía ha perdido dos años, los de la recuperación económica», tiempo que, a su juicio, sí han aprovechado otras comunidades autónomas.

Moreno Bonilla considera que Susana Díaz «está noqueada» después de dos años de legislatura, y que, «fruto de la ansiedad y de la improvisación, está tomando decisiones que no nos parecen acertadas. En este sentido, se refirió a la oferta que la jefa del Gobierno andaluz hizo al excoordinador regional de IU Diego Valderas como comisionado de la memoria histórica y que este rechazó. Sobre este asunto dijo que «habría que haber modificado la ley de la Memoria Histórica para hacerle un hueco» a Valderas, algo que, para el presidente del PP andaluz, «suponía un menosprecio a muchos andaluces que llevan 80 años buscando los restos de un ser querido». La elección de Valderas para ocupar ese cargo «fue una decisión incorrecta que le supuso (a Susana Díaz) un varapalo por parte de IU y de la izquierda en el Parlamento de Andalucía».

Añadió que, «fruto de la improvisación y de la ansiedad por la derrota de las primarias», Susana Díaz ha hecho un cambio de Gobierno, «en el que esperaba que incorporara al talento, a personas del mundo independiente que están muy preparadas y capacitadas», pero que, por el contrario, «ha optado por las filas prietas, por militantes del PSOE de toda la vida, que no aportarán nada nuevo y, sobre todo, que no harán un Gobierno más permeable ni más abierto a las inquietudes y deseos» de los andaluces, ni para «resolver los graves problemas» que estos tienen.

En esta situación, Moreno dijo que Susana Díaz persiste en el «error de seguir en la línea de la confrontación» contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «cuando para eso están sus compañeros en el Congreso y Senado».