El concurso Madre y Maestra de Vida, convocado por el centro de Magisterio Sagrado Corazón, escuela privada religiosa adscrita a la Universidad de Córdoba, que premiará a las universitarias embarazadas que decidan no abortar, causó ayer una gran polémica en la ciudad, que trascendió incluso a nivel nacional, lo que obligó al obispo y a la UCO a tener que pronunciarse al respecto, mientras que el centro universitario no contestó a los requerimientos de los medios. Los 2.000 euros y el diploma de honor de esta primera edición del certamen Madre y Maestra de vida irán a parar a la estudiante que relate su caso y mejor explique los motivos que la llevan a continuar con su gestación y por qué no ha abortado, según se expresa en las bases. Así, está dirigido a alumnas universitarias, matriculadas en la Universidad de Córdoba durante los cursos académicos 2016-2017 y 2017-2018 tanto en los títulos oficiales de grado como en los de posgrado y que «se encuentre (o haya encontrado) en período de gestación y haya decidido seguir adelante con el embarazo, a pesar de todas las dificultades que este hecho pudiera entrañar». Las candidaturas pueden presentarse desde el 25 de diciembre al 25 de febrero, tanto por la propia estudiante como por otra persona que conozca el caso de la joven embarazada que decida no abortar, aunque en este caso siempre con el consentimiento de la afectada, que deberá avalar la solicitud con su firma. Así, además de dar sus datos personales y dirección, las aspirantes deberán incluir el grado de estudios que cursan, indicando facultad o centro adscrito. En el jurado figura el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que ante la polémica generada ayer emitió un comunicado en el que valora la iniciativa como «muy bonita», pues «defiende la vida y la libertad de la mujer». El prelado insiste en que este premio «alienta, sostiene y acompaña a quien libremente une libertad y defensa de la vida en su decisión y lleva adelante su embarazo porque prefiere la vida a la muerte». Por su parte, la Universidad de Córdoba, emitió un comunicado en el que explica que la adscripción del centro Sagrado Corazón a la UCO «supone un reconocimiento de sus planes de estudios, pero no supone compartir las iniciativas que, como institución privada, quieran abordar». En una nota institucional, señala que «desde el respeto a cualquier ideario que se inscriba en la legalidad vigente, la Universidad de Córdoba, como entidad pública, no quiere ser partícipe de iniciativas que correspondan a idearios concretos, ni que se circunscriba y se use su nombre para proponer acciones que afectan a muy diferentes sensibilidades en nuestra sociedad». Y expresa que «la política de género de la UCO y su posicionamiento en este terreno son coherentes con las acciones y políticas propiciadas desde nuestra unidad de Igualdad».

Izquierda Unida también salió al paso y exigió la retirada del premio. Elena Cortés dijo que dicho galardón implica «entender la maternidad desde un punto de vista mercenario».