Después de echar el cerrojo en el 2003 --tras 35 años de historia--, la piscina del Fontanar volverá a abrir en tan solo un par de meses, cuando el calor más apriete en nuestra ciudad. Hermandades del Trabajo, propietaria de las instalaciones, verá por fin cumplido el sueño de disfrutar de ese lugar que sirvió de escape veraniego y que se convirtió en la mejor playa para las clases medias que no podían permitirse el lujo de unas vacaciones.

La que fuera una de las piscinas más grandes de Andalucía, con 15.000 metros cuadrados de pradera de césped, resurge con un sentido distinto al que tenía cuando nació en 1968 para refrescar a más de 4.000 cordobeses de familias obreras.

La idea del proyecto es remodelar la infraestructura de la piscina (ahora con una cota de 1,5 metros y adaptada para discapacitados), disminuyendo el tamaño de las instalaciones y reduciendo el aforo para la asistencia de solo los afiliados --que actualmente rondan los 600--. De esta forma, se dejará atrás el nombre anterior, Parque Deportivo Fontanar, por el de Centro Social Fontanar. Porque los tiempos han cambiado y las necesidades sociales también.

En total, la reforma afectará a unos 4.100 metros cuadrados, que se aprovecharán al máximo, de los que 400 corresponden a la piscina, 1.600 a la pradera, mientras que el resto del terreno irá destinado a una zona arbolada anexa al bar, así como a otros servicios (vestuarios, accesos, etcétera). Aproximadamente, el presupuesto de lo previsto para este año asciende a unos 250.000 euros.

Las cifras son grandes, pero el nuevo proyecto de obras centra la mayor parte del esfuerzo y las esperanzas de las Hermandades del Trabajo cordobesas. Y es que se pretende que las 200 personas que podrán acceder a la piscina disfruten también de una zona deportiva, que incluirá dos pistas de pádel y una de tenis.

Sin embargo, estas actuaciones de ampliación se abordarán a partir del próximo año, ya que la promesa que más urge hacer realidad es la de la piscina, esa que costaba menos de un duro para los niños en los años 70 y que fue un gozo para muchos mayores que ahora la recuerdan con añoranza. Siguiendo el lema de mayo del 68, El sueño es realidad , el proyecto futuro engloba, además, otra piscina más pequeña, una ludoteca y una escuela de verano, así como una sala de lectura. Pero todo esto son previsiones, lo importante es que el desarrollo de las obras de la piscina siga a buen ritmo para que ésta se abra a finales de junio. Ganas e ilusión no faltan.

Hasta que esta iniciativa se ha puesto en marcha, Hermandades del Trabajo ha tenido que superar un camino nada fácil: varios problemas financieros y administrativos. Unos impuestos que se han cobrado también la disminución de afiliados. Ahora, las incógnitas se van despejando. Fuentes de la institución informan de que "las obras van a buen ritmo y se terminarán antes de la próxima temporada de verano, siempre que no surja ningún imprevisto".

Seguro que son muchos cordobeses los que se alegran de que la piscina del Fontanar vuelva a llenarse de refrescante agua.