CARGO PORTAVOZ DE LA ASOCIACIÓN DE VÍCTIMAS DEL 11-M.

CONFERENCIA ´NUESTRA PERCEPCIÓN DE LA ACCION DE LOS VOLUNTARIOS ANTE LOS SUCESOS DEL 11 DE MARZO´

LUGAR SALÓN DE ACTOS DE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UCO

"Por primera vez en la historia de las catástrofes, en algunos lugares se contaron más asesinados que heridos. En el Pozo, donde murió mi hijo, hubo 67 asesinados, 6 heridos críticos y 20 graves. Algo falló para que en los primeros momentos no llegase la asistencia, para que algunos heridos fuesen evacuados sin estabilizar..." Pilar Manjón, la portavoz de la asociación de las víctimas del 11-M, criticó ayer con ejemplos como estos la descoordinación que existió en los servicios de emergencia el día de los trágicos atentados de marzo del 2004.

Manjón, que intervino en las III Jornadas Universitarias de Voluntariado que se celebran en la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, se deshizo en agradecimientos hacia los voluntarios y profesionales que intervinieron en las labores de emergencia en aquellas terribles jornadas; pero eso no impidió que denunciase la descoordinación que existió. "Su trabajo fue ejemplar --dijo--, pero no tenían quien les mandara. Hicieron lo que buenamente pudieron".

Así, Pilar Manjón, como ya denunciase ante la comisión de investigación del Congreso, criticó que el 11-M no hubo en Madrid un canal de mando único, que el atentado se trató como cuatro emergencias distintas y no como una sola, o que no se reunió el gabinete de crisis estatal, entre otras cosas. "No hay que confundir la buena voluntad con la eficacia", sentenció Manjón.

Los jóvenes universitarios que asistieron a la conferencia escucharon, esta vez en persona, a la misma mujer cuya intervención en el Parlamento estremeció al país al relatar escenas como las que se vivieron tras los atentados en el IFEMA, la institución ferial de Madrid, convertida en un gran tanatorio para la ocasión. "Cada veinte minutos, personal del Samur anunciaba por megafonía los nombres de quienes habían sido identificados. Ver aparecer a este señor con el megáfono, mientras esperaban saber algo sobre sus seres queridos, fue una auténtica tortura para las familias".

Pilar Manjón, como hiciese ante la comisión de investigación del 11-M en el Parlamento, demandó ayer un análisis técnico independiente sobre la actuación de los servicios de emergencia tras los atentados. "Las víctimas quieren saber qué falló y qué medidas se pueden adoptar en casos similares de grandes emergencias", insistió Manjón, "aunque ojalá el nuestro fuese el último atentado".

Tras la conferencia, la portavoz de las víctimas del 11-M explicó a este periódico que quizá también deberían plantear el tema ante la Comunidad de Madrid, pero "a la Comunidad de Madrid le hemos pedido más de ocho entrevistas y no ha contestado a ninguna".

Para Manjón, tras los atentados y la marea de solidaridad posterior, "hubo un exceso de triunfalismo inicial, se proclamaron héroes y se entregaron medallas. Algunos se dijeron qué bien lo hemos hecho, y no se pararon a pensar que fallaron cosas. Luego, tras la intervención en el Parlamento, nunca más se nos ha dado voz a las víctimas. ¿Por qué los periodistas siempre preguntáis si estamos politizados o no? ¿Por que no preguntáis cómo están las víctimas diecinueve meses después?"

En la actualidad, la asociación lucha contra la burocracia de las administraciones que deben resolver ayudas, asistencia o las indemnizaciones de las víctimas, una situación que también denunció Manjón.

La portavoz de las víctimas del 11-M acabó su intervención refiriéndose a los voluntarios, "tan necesarios para seguir pensando que podemos hacer realidad la utopía de otro mundo posible".

Pilar Manjón es funcionaria civil de Defensa. Su hijo, Daniel Paz Manjón, fue una de las 192 víctimas mortales del 11-M. Voluntario de Madrid 2012 y miembro de Amnistía Internacional, tenía 20 años el día en que fue asesinado.