La Asociación Cordobesa de Fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y sensibilidad química múltiple (Acofi) reclamó ayer que la Consejería de Salud implante en el hospital Reina Sofía una «unidad de referencia» donde puedan ser atendidas de forma multidisciplinar las personas que presentan estas patologías, que en la provincia de Córdoba pueden ser alrededor de unas 10.000. Con motivo del Día Mundial de la Fibromialgia (12 de mayo), el próximo viernes, en el Jardín Botánico, más de 200 inscritos participarán en las Primeras Jornadas de Investigación sobre estas patologías, organizadas por Acofi, con la participación de destacados expertos, como María Luisa del Moral, que abordará la influencia del aceite de oliva en la fibromialgia y el estrés oxidativo; Jesús Castro, que se centrará en el síndrome de fatiga crónica y encefalomielitis miálgica; Nicolás Olea, que incidirá en la exposición ambiental a contaminantes químicos, o Ana Carbonell, Fernando Estévez y Milkana María Borges, que expondrán sus conocimientos sobre el ejercicio físico y fibromialgia (proyecto Al Andalus).

La presidenta de Acofi, Encarnación Sarriá, apuntó, en una de las cinco mesas informativas instaladas ayer por este colectivo, que «el proceso asistencial implantado por la Junta de Andalucía para el abordaje de estas dolencias contempla que los pacientes reciban educación para la salud y también terapias para su tratamiento de tipo psicológico y físico, pero realmente solo recibimos asistencia por parte de atención primaria y no existe una coordinación con los distintos especialistas que necesitamos como son Reumatología, Neurología, Rehabilitación, Medicina Interna, entre otros». «A los nuevos pacientes que nos llegan les tenemos que decir que no existe referente en el Reina Sofía para nuestros problemas, solo el médico de familia. Acofi trata de suplir esas carencias de la sanidad pública con apoyo psicológico y de rehabilitación, aunque los recursos con los que contamos son limitados», indicó Sarriá. La presidenta de Acofi reclamó que las personas con estas dolencias sean incluidas en el plan andaluz de las personas con dolor, en el proceso asistencial integrado en dolor crónico no oncológico y en el programa PiCuida, que está integrado en la Red de Cuidados de Andalucía. También demandó que la fibromialgia se reconozca como «una enfermedad invalidante, que garantice a los enfermos el derecho a acceder a una incapacidad laboral o a recursos básicos para las personas que no pueden trabajar por sus problemas de salud, evitando así la discriminación y la exclusión social».

Por otro lado, Encarnación Sarriá solicitó «una mayor visibilidad de la fibromialgia, de la fatiga crónica y de la sensibilidad química múltiple. Que sean más conocidas por la sociedad y, fundamentalmente, por el estamento médico y sanitario». Sarriá calculó que «sobre el 95% de los afectados son mujeres y el resto hombres. Estas patologías se dan entre los 18 y los 60 años normalmente, aunque más concentradas entre los 40 y los 60 años».