El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) de Córdoba, órgano consultivo del Ayuntamiento cordobés, ha exigido hoy al equipo de gobierno local que "ponga fin" a la "degradación" del Casco Histórico, Patrimonio de la Humanidad, por la celebración de las "fiestas" y "eventos" en su entorno, informa Efe..

En un comunicado, el presidente del CMC, Juan Andrés de Gracia, ha manifestado que el "descontrol" ocurrido con la celebración de Carnaval, que ha supuesto la celebración de "botellones" en distintos puntos de la ciudad que se han saldado con una veintena de intoxicaciones etílicas, aparte de "desvirtuar la fiesta", supone una "primera muestra de lo que nos puede esperar".

Ha recordado que celebraciones como el Carnaval, la Semana Santa, las Cruces de Mayo o los Patios de Córdoba, convocan a "masas de gente" en "calles y plazas no adecuadas para esas concentraciones", que acaban "sufriendo problemas de movilidad, seguridad, suciedad, medioambientales y hasta de salud".

"Lo que en cualquier punto de la ciudad ya se convierte en un problema, en el Casco se transforma en una degeneración del espacio público", ha expuesto De Gracia, quien ha denunciado que, además, los habitantes de los barrios "se ven enclaustrados obligatoriamente y sometidos a un asedio de grupos descontrolados y de masas de personas que rompen toda convivencia".

El CMC ha señalado que aún se está "a tiempo de controlar y limitar las fiestas y los eventos a celebrar en el Casco Histórico", por lo que ha considerado fundamental "diseñarlos desde el respeto a sus propias características, a la calidad de la celebración y al mayor respeto posible a la convivencia".

Por ello, ha exigido que las autoridades "asuman", con la sociedad civil, la "necesaria corresponsabilidad" para que el Casco Histórico, no se convierta en un "desierto inhabitable" o en un mero "escenario donde celebrar fiestas descontroladas".

Finalmente, ha demandado que el equipo de gobierno municipal (PSOE-IU) constituya, tras "seis meses de retraso", la Comisión sobre Usos del Casco, que "analice" y "ponga condiciones" a las actividades en la zona.

Por su parte, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio (PSOE), ha calificado lo ocurrido en el Carnaval como "una concentración espontánea e imprevista", que incluyó "muchos menores", lo que merece "una reflexión amplia", por lo que ha pedido una reunión con la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno.

En este sentido, Ambrosio ha señalado que detrás de este tipo de incidentes hay "venta de alcohol a menores", cuya vigilancia recae en la Junta de Andalucía, y el "refuerzo y la coordinación entre los distintos cuerpos de seguridad", para lo cual cree necesario el concurso de la Subdelegación del Gobierno.

En este sentido, ha recordado que la actuación del pasado sábado la llevaron a cago "en exclusiva medios de la Policía Local".

"También el papel que jugamos padres y madres que tenemos la responsabilidad de saber dónde están nuestros hijos menores, qué es lo que están haciendo", ha añadido la alcaldesa, que pide una "reflexión conjunta" para evitar que este tipo de comportamientos se repitan.