La asociación de madres y padres de alumnos del CEIP Mediterráneo, en el Parque Figueroa, han exigido, tras producirse el atropello de un menor el pasado jueves a la salida del centro, una mayor vigilancia por parte de la Policía Local para evitar que los vehículos se salten, "como viene siendo habitual", la prohibición de circular en la calle Crucero Baleares en las horas de entrada y salida del colegio. Según explicó ayer la presidenta del AMPA, Inmaculada García, el suceso del jueves "se veía venir" porque desde que comenzó el curso "la situación estaba descontrolada". Aunque sus primeras quejas hicieron efecto y la Policía Local dispuso patrullas de vigilancia, "lo han hecho de forma transitoria y a diario se ven coches en horas prohibidas".

Según explicaron desde el AMPA, la calle del colegio, Crucero Baleares, es semipeatonal, con paso restringido para residentes y carga y descarga, y con prohibición de circular entre 8.30 a 9.30 de la mañana y de 13.30 a 16.00 horas de la tarde. Sin embargo, "siguen pasando los coches en horas prohibidas", provocando también "enfrentamientos de los padres con los conductores". Ante esta situación, el AMPA se ha reunido con la asociación de vecinos para abordar el asunto y estudiar medidas para exigir que se ponga fin al problema.

De su lado, Ana María Valencia, la madre del niño de 6 años atropellado, explicó que el pequeño fue "golpeado por la parte delantera" de un coche, lo que provocó su caída al suelo y le causó inflamaciones en la cara y una rodilla. "Ha sido un susto, pero los padres queremos movernos para que no pasen coches por la calle, bien poniendo más vigilancia o unos bolardos", señaló.