El ministerio público solicita para cada uno de los principales inculpados de la operación Fénix penas que suman 384 años de cárcel por 96 delitos fiscales, según ha informado hoy la Fiscalía, que acusa a 100 personas y 45 sociedades del sector joyero.

La operación policial, que se efectuó en dos fases entre 2006 y 2007 en varias provincias españolas, entre ellas Córdoba, supuso la desarticulación de una trama en el sector de la joyería desde la que se habría cometido un fraude fiscal que podría superar los 150 millones de euros.

Los principales inculpados son un padre y un hijo que operaban desde Barcelona. Además, para otro acusado se solicitan penas que suman 376 años de cárcel por 94 delitos y para otros cinco, 288 años de cárcel por 96 delitos. Entre los acusados hay joyeros, trabajadores y contables.

Según se informó cuando se desarrolló la operación, La sociedad principal, radicada en Barcelona, se dedicaba supuestamente a importar desde Suiza oro fino de 999,9 milésimas, que vendía sin transformarlo a mayoristas y fabricantes de joyería, gran parte de ellos residentes en Andalucía. Esta empresa, según los investigadores, hacía figurar como destinatarios a otras sociedades creadas por ella misma, con lo que al tiempo que justificaba sus ventas ocultaba a los verdaderos destinatarios, que no aparecían en las facturas y eludían de esta forma el pago de impuestos.