Las personas interesadas en cambiar su piso por otro porque no reúne las condiciones que necesitan podrán hacerlo a partir del 1 de octubre, fecha que baraja la empresa municipal Vimcorsa para poner en marcha el programa de permuta de vivienda presentado en junio. La presidenta de Vimcorsa, Alba Doblas, acompañada del gerente, Rafael Ibáñez, explicó ayer que en el periodo de consultas no ha habido nuevas propuestas, por lo que el consejo de administración aprobará hoy el programa de forma definitiva. El abanico de posibilidades será amplio, ya que no va solo dirigido a mayores o personas en situación de dependencia con problemas de accesibilidad que estén dispuestas a entregar su vivienda a cambio de otra, como se barajó en un principio. De él podrán beneficiarse también víctimas de violencia de género, personas con conflictos de convivencia o seguridad, o familias sin recursos que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca, del aquiler o de las obras necesarias.

Para este programa es fundamental el registro de ofertantes, que Vimcorsa puso en marcha el 3 de mayo y que desde entonces cuenta con medio centenar de viviendas. Este registro está pensado para que se inscriban las personas que pretenden vender su vivienda y puede servir tanto para que la empresa adquiera pisos para destinarlos al alquiler social como para las personas o entidades que deseen comprar, o para la permuta. Los pisos que están en este listado se encuentran en zonas como la Fuensanta, Ciudad Jardín o el Naranjo y sus propietarios piden por ellos entre 24.000 y 40.000 euros. Las viviendas tienen entre dos y tres dormitorios y sus ofertantes son «pequeños tenedores», según explicó Doblas, «con dificultades de accesibilidad a los que la vivienda no satisface las necesidades que tienen». Además, hay un propietario que ofrece varios pisos y un banco que aporta ocho.

La idea de Vimcorsa era estrenar en julio el programa de permuta que, según Doblas, «va a mejorar la vida de muchas familias», pero se ha retrasado.