Las vallas tendrán un notable protagonismo en esta nueva carrera oficial, tanto en las zonas de cruces donde pueda preverse una alta concentración de personas que lleguen a obstaculizar la accesos y vías de evacuación como evitando el paso a zonas de riesgo potencial. Así, gran parte del perímetro de la Mezquita-Catedral y del muro que rodea el Patio de los Naranjos se verá rodeado de vallas. El objetivo es cerrar algunas de las plataformas para evitar caídas y situaciones de riesgo tan evidentes como la de las escaleras y plataformas al final de la calle Magistral González-Francés. «El año pasado vi a un niño tranquilamente sentado con los pies colgando a cuatro metros de altura. Es una situación de riesgo más que evidente», decía ayer el teniente de alcalde de Presidencia y encargado del plan municipal de seguridad, Emilio Aumente. También insistieron que no se dejará permanecer en los pasillos tras los palcos, destinados solo al tránsito, el acceso a viviendas y comercios y para evacuaciones o para responder a situaciones de emergencia.