Se trata de tener una población que, aunque siempre se ha disparado en verano, la tendencia cada año es mayor. Por eso, con unas dotaciones que siempre eran muy justitas, ahora su carencia resulta clamorosa, cuando no hasta peligrosa si se habla de seguridad.

Esa es la gran denuncia este verano de los consejos de distrito (CD) de Trassierra, Cerro Muriano o Villarrubia, que hay que extender a los de El Higuerón, Alcolea y Santa Cruz.

TRASSIERA, PUNTO Y SEGUIDO / El caso más llamativo, sin dudas, es el de Trassierra. O mejor dicho el de su distrito. Y es que si población de su núcleo central se multiplica por cuatro en verano, en el resto del distrito la proporción sería de uno a diez respecto al resto del año, estima Juan Manuel Luque, presidente del CD.

Así, Trassierra, el distrito sobre el que el pasado Pleno se aprobó una proposición por unanimidad para solventar sus carencias, es actualmente el ejemplo más claro de deficiencias en verano en todos los capítulos, comenzando por el de seguridad. Por ejemplo, en el apoyo que recibe el equipo de pronto auxilio contra incendios de Siete Fincas, una institución vecinal clave para la seguridad en la zona. Al respecto, Junta y Diputación aportan recursos que sin embargo el Ayuntamiento, «pese a los compromisos y que ése sea el plan de la alcaldesa, choca una y otra vez con los reparos de Intervención», recuerda Luque, confesándose ya desesperanzado.

Otro caso refleja la reiteradamente denunciada falta de plantilla de la Policía Local: solo hay un agente para tan extensa zona. Y encima, no todos los días porque «el hombre tendrá que tomar vacaciones alguna vez. En la Feria de la Avellana, que dura más de una semana, ni siquiera tenemos un agente que, como mínimo, ordene el caos de los coches de los visitantes», explica Luque.

Pero también en verano, cuando más falta hace una instalación como el centro cívico, la disminución de personal por vacaciones obliga a cerrarlo por la tarde, y todo ello «cuando ya desde mayo no es raro que coincidan cientos de ciclistas algunos días, con los caminos registrando ya incidentes entre senderistas, ciclistas… Se habla mucho de potenciar La Sierra, pero no hay control, no hay orden… La realidad es que la Sierra está dejada de la mano de Dios», explica el presidente del CD,

VILLARRUBIA / Villarrubia sería otro ejemplo de un distrito de la periferia cuyas carencias se hacen más visibles en verano con un aumento de población, pero en este caso de una manera mucho más moderada, como ocurre en El Higuerón o Santa Cruz. Su presidente del CD, Juan Miguel Caballero, estima el incremento de los residentes en el periodo vacacional en torno al 20%, agravándose problemas de todo el año como el transporte, más aún «mientras esperamos el cercanía». A la vez, «el personal municipal de todos los servicios municipales se reduce en lugar de aumentar, como hace la demanda ciudadana. Nos encontramos que tenemos que ir para presentar papeles al centro. La Administración se está alejando así de los ciudadanos». Más aun, Caballero insiste en que «no tenemos instalaciones deportivas ni una pista polivalente. Vemos cómo los niños saltan al colegio para jugar y hacer deporte».

Por su parte, el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), Juan Andrés de Gracia, recuerda cómo la situación de todas las barriadas periféricas ha sido ya tratada en este órgano de participación con, por ejemplo, resoluciones reclamando los equipamientos necesarios para las barriadas y el refuerzo en los servicios en épocas vacacionales, más allá del problema que existe con las parcelaciones irregulares, mucho más complejo, pero que no deja de ser una situación que agrava el problema en la práctica cada verano.

En Alcolea, por ejemplo, se está a la espera de suelo para un centro de salud, mientras que su centro cívico cierra por la tarde en verano.

Sin embargo, el ejemplo más destacado de aumento de la población, no solo en verano, es El Higuerón, que desde hace unos años ya es el distrito de mayor población de toda la ciudad, superando a Levante o Sureste. Se estima que el distrito tiene una población de facto cercana a los 40.000 vecinos, aunque muchos de ellos estén censados en otros puntos del municipio, mientras que se reivindican desde hace años equipamientos no solo para el verano, como su reclamado instituto.

Es un caso similar al de Santa Cruz, que demanda una instalación deportiva básica para la que, sin embargo, se precisa un cambio en el PGOU.