Los niños que nacían en los inicios del hospital Reina Sofía contaban ya con los servicios de Pediatría General y Cirugía Pediátrica, pero no podían beneficiarse del desarrollo de hasta 16 especialidades pediátricas que se han ido implantando a lo largo de las últimas cuatro décadas en el centro, ni del empleo de nuevas técnicas quirúrgicas que han mejorado de forma muy relevante la supervivencia media de los pacientes más pequeños de edad. «Las tres primeras especialidades que se incorporaron en los inicios fueron Medicina Pediátrica, Neonatología y Urgencias, cuando los profesionales sanitarios, dirigidos por el pediatra Domingo García Pérez, se trasladaron desde la residencia Noreña al Reina Sofía. En los años siguientes, con el apoyo del entonces director del departamento de Pediatría del hospital, Armando Romanos, se desarrollaron en el Reina Sofía las especialidades de Gastroenterología, Hepatología, Alergia y Neumología, Endocrinología, Enfermedades Infecciosas y Cuidados Intensivos Pediátricos», señala el actual jefe de Pediatría, Cuidados Críticos y Urgencias, Juan Luis Pérez Navero.

Y después lo hicieron Perinatología, Oncología, Neuropediatría, Cardiología, Nutrición, Metabolismo, Nefrología y Pediatría Social. Pérez Navero destaca que en la actualidad «el Reina Sofía es centro de referencia andaluz de cardiopatías congénitas, metabolopatías, fallo hepático y el único para trasplantes pediátricos (hígado, corazón, pulmón y de progenitores hematopoyéticos), así como de técnicas de soporte cardiorrespiratorio en niños y neonatos críticamente enfermos con insuficiencia cardiorrespiratoria como oxigenación de membrana extracorpórea (ECMO) y dispositivos de asistencia ventricular».

La Unidad de Gestión Clínica de Pediatría (UGC) del hospital cordobés cuenta con el nivel avanzado por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía y en el monitor de reputación sanitaria (Merco), que es un estudio de investigación independiente realizado en el 2015, este área ocupaba el puesto 12 de 69 servicios españoles evaluados.

El jefe de Pediatría defiende la evolución tan positiva de cada una de las especialidades. «Por ejemplo, en Neonatología atendemos a recién nacidos muy inmaduros, nacidos tras 24 o 25 semanas de gestación o que pueden tener un peso de unos 500 gramos. En esta unidad se han desarrollado todas las técnicas actuales de soporte vital avanzado, hipotermia y protección cerebral, entre otras, obteniendo una supervivencia neonatal excelente. Además, hemos reducido de forma importante las secuelas neurosensoriales que podían quedarles a los bebés que nacen de forma tan temprana», indica Juan Luis Pérez Navero.

En Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales, al ser el Reina Sofía referente regional en fallo hepático, insuficiencia cardiaca refractaria al tratamiento, cardiopatías congénitas complejas, insuficiencia respiratoria y metabolopatías, el hospital asiste a pacientes críticos de todas las provincias andaluzas y de otras comunidades autónomas, oscilando la mortalidad en torno al 5%, a pesar de que realizan trasplantes infantiles de órganos para toda la región.

Balance

También han experimentado un gran desarrollo las Consultas de Especialidades Pediátricas, 38.138 prestadas en el 2015, y las Urgencias Pediátricas, que asisten a una media de 47.500 menores cada año. Por otro lado, en el 2015 se produjeron unos 1.500 ingresos de niños en plantas de hospitalización y otros 1.000 quedaron ingresados en Observación, datos que no incluyen la UCI y Neonatología. «También es muy destacable la disminución de la mortalidad en Oncología Pediátrica. La supervivencia al cáncer infantil en los primeros 5 años en niños se sitúa en el 80%. Igualmente ha pasado con las metabolopatías, alteraciones del metabolismo de origen genético, que gracias al uso de técnicas nutricionales, terapia sustitutiva y el trasplante hepático (en determinadas enzimopatías) ha mejorado mucho la supervivencia», explica el jefe de Pediatría.

Pediatría ha ido incorporando las técnicas más avanzadas para afrontar los casos críticos que llegan a cuidados intensivos y neonatales y al resto de especialidades. Avances como la ECMO; corazón artificial (Berlín Heart); diferentes protocolos de trasplantes; monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA); intubación guiada en casos difíciles; provocación de alimentos; tratamientos quimioterápicos y biológicos, entre otras muchas.

La Unidad de Pediatría cuenta a su vez con grupos de investigación como el de Metabolismo Infantil, vinculado al Imibic. Pérez Navero resalta que «este grupo posee gran experiencia en metabolismo, nutrición, inflamación o estrés oxidativo». «Profesionales de Pediatría y sus especialidades publican en revistas internacionales, nacionales y participan en la edición de libros sobre estas materias. Aquí dirigimos a su vez tesis y muchos profesionales de la unidad son también profesores de la Facultad de Medicina y Enfermería», expone.

Actividad quirúrgica

Por su parte, la especialidad de Cirugía Pediátrica comenzó en 1977, de la mano del doctor José Manuel Ocaña, como jefe. Actualmente la unidad y el servicio lo dirige la doctora Rosa María Paredes. La Cirugía Pediátrica ha protagonizado grandes avances, especialmente en Neonatología, Cirugía Laparoscópica, Urología Pediátrica y en el paciente quemado. Estos logros quirúrgicos se han aplicado en el abordaje de patologías muy graves que afectan en ocasiones a recién nacidos de bajo peso o muy prematuros y sin los cuales no podrían sobrevivir ni alimentarse. Incluso en el caso de las atresias de vía biliares posibilita esperar un trasplante hepático hasta que llegue. Actualmente, la cirugía laparoscópica se realiza incluso en neonatos y prácticamente cualquier intervención quirúrgica puede hacerse por esta vía. La introducción de la cirugía endoscópica y retroperitoneoscopia en la cirugía urológica infantil permite que la mayoría de las patologías urológicas se resuelvan sin cirugía abierta.

«En la unidad somos referentes en el tratamiento por cirugía laparascópica de esófago además de realizar cirugía de todo tipo con técnicas de laparoscopia, toracoscopia y retroperitoneoscopia, con muy buenos resultados. Por su parte, en el manejo de los pacientes quemados se ha avanzado gracias a las nuevas técnicas y empleo de placas de dermis artificial. Por otro lado, la Unidad de Cirugía Pediátrica ha formado parte del proyecto de robot quirúrgico Broca, lo que ha permitido hacer cirugía laparoscópica en 3D. La estrecha colaboración con Anestesia Pediátrica posibilita que los niños que se operan sientan el mínimo dolor gracias a nuevas técnicas de analgesia», añade esta doctora. Rosa Paredes destaca que desde el principio de la especialidad su unidad ha realizado Cirugía Mayor Ambulatoria, en la que ha sido pionera. «El 80% de las intervenciones de niños se pueden realizar con este régimen, que permite que el paciente reciba el alta en el mismo día que es operado», remarca. H