España envejece a paso ligero y Córdoba va al galope. CCOO presentó ayer las conclusiones del Observatorio Social de las Personas Mayores, una publicación que constata cómo la pirámide poblacional en España se estrecha cada vez más en el tramo de juventud mientras los mayores representan ya uno de cada cinco habitantes. Cada vez hay más pensionistas y, según los datos presentados, cada vez tienen ingresos más bajos y viven peor. Sobre todo, como es habitual, si son mujeres.

Un tercio de los hogares está sustentado por la pensión de una persona mayor que, en Córdoba, asciende a 871 euros de media, 94 euros menos que la media andaluza y 196 menos que la media española. Entre los pensionistas, quienes ingresan menos son las mujeres, que además viven más años que los hombres.

El secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, y la secretaria general de CCOO de Andalucía, Nuria López, entre otros miembros del sindicato, expusieron ayer en Córdoba las claves de este informe, poniendo el acento en las oportunidades que el proceso de envejecimiento de la población puede suponer desde un punto de vista del empleo en materia de servicios, abogando por un cambio en el modelo productivo que permita explotar la creciente demanda de ayuda a domicilio, teleasistencia, atención residencial... de jubilados españoles y también extranjeros. En esta línea, denunciaron el estancamiento del desarrollo del sistema de dependencia y las largas listas de espera fruto de los recortes presupuestarios impuestos por el Gobierno central a las comunidades autónomas.

¿Cómo garantizar el sistema?

CADA VEZ MENOS // En cuanto al poder adquisitivo de los pensionistas, Carlos Bravo negó el discurso del Gobierno que afirma que se ha mantenido en los últimos años y recordó que tras la congelación de las pensiones impuesta en el 2011 y la no actualización del 2012, se incorporaron dos conceptos que se están traduciendo a corto y largo plazo en una merma paulatina del poder adquisitivo de los pensionistas. En este sentido, se refirió al llamado índice de revalorización de las pensiones, «un eufemismo que viene a camuflar un recorte encubierto año a año», según indicó Nuria López, porque permite que las pensiones solo se revaloricen un 0,25% cada año independientemente de lo que aumente la inflación. Desde el 2011, según Bravo, «las pensiones de más de mil euros han perdido 3 puntos, las de menos de mil euros, dos puntos y las mínimas, un punto».

A partir del 2019, la caída se acentuará, pronostican, ya que se empezará a aplicar el llamado «factor de sostenibilidad», según López, «la muerte a pellizcos», un índice que viene a penalizar vía pensiones la longevidad de la población. Según este factor, si la esperanza de vida aumenta (la tónica general en los últimos 40 años) los pensionistas cobrarán menos y si desciende, cobrarán más.