La pretensión no solo de este gobierno, sino del gran capital mundial, es depredar lo poquito que nos queda al pueblo, lo poco que hemos logrado tras muchos años de lucha», aseguraba Rosa, una de las asistentes a la manifestación en defensa del sistema público de pensiones que recorrió ayer el centro de Córdoba. Rosa era una de las cientos de personas, (1.000 según la Policía Local, 2.000 según los organizadores) que se sumaron ayer a esta protesta para «reclamar pensiones justas, suficientes, no solo para nosotros sino también para el porvenir».

La mayoría de los participantes en la manifestación, que partió de la Plaza de las Tres Culturas y terminó en Las Tendillas, eran pensionistas, pero también se vieron familias y algunos jóvenes. Rosa echa de menos más jóvenes en estas protestas pero matizaba que «ellos tienen necesidades más perentorias, como conseguir un trabajo, y la vejez o la invalidez, que es algo que le puede ocurrir a cualquiera en cualquier momento de la vida, les queda muy lejos».

EL FUTURO / José Antonio y Vicente salieron a manifestarse porque «tememos perder nuestras pensiones y lo peor es que nuestros hijos las pierdan. Las pensiones sufren un peligro claro: cuando este Gobierno entró tenía 67.000 millones en la hucha de las pensiones y ha dado 30.000 millones a los bancos en vez de evitar los desahucios de personas indigentes... ya me dirás si está justificado nuestro temor». .

Pepe Villamor, miembro de la Plataforma Ciudadana en Defensa del Sistema Público de Pensiones, entidad adherida a la coordinadora estatal y que convocó la movilización de ayer, aseguraba que «los derechos se conquistan, nadie te los regala; hemos conseguido que Rajoy se mueva algo pero en cuanto la ciudadanía se desmoviliza, el poder vuelve a hacer retroceder nuestros derechos». No se creen ni Pepe ni Amalia Pedraza, miembro también de los Yayoflautas, la «zanahoria» que, decían, les ofrece el Gobierno. «Es una trampa muy gorda», clamaba Amalia, «solo aplaza las medidas más problemáticas». «Como decimos los cordobeses, es un parche, han congelado el factor de sostenibilidad pero si no seguimos en la calle lo reactivarán», resaltaba Pepe.

Villamor matizaba que «no solo queremos acabar con la reforma de las pensiones que hizo Rajoy en el 2013, sino también la del Gobierno de Zapatero en el 2011». Así, explicaba que las reivindicaciones principales de la plataforma es que la jubilación ordinaria sea a los 65 y no a los 67 años, que se tengan en cuenta 20 años para el cálculo de la prestación y acabar con la brecha de género en las pensiones. También reclaman que las pensiones mínimas sean de 1.080 euros, igual que el salario mínimo.

Entre los manifestantes caminaba el exparlamentario de IU Manuel López Calvo, que aseguraba «gracias a la movilización de los pensionistas y la sociedad se ha conseguido paralizar algunos aspectos de la reforma, pero es necesaria una reforma radical que garantice el derecho a unas pensiones dignas».

Eva se sumó a la manifestación «porque el Gobierno manipula como quiere, dice que sube las pensiones pero no las sube. Mi madre temblaba cuando anunciaban subidas, porque crecía el IRPF y cobraba menos». «Muchos jóvenes viven gracias a las pensiones de los abuelos y deberían implicarse en esta lucha porque las que están de verdad en peligro son nuestras pensiones».

Con los sones del Canto a la Libertad de José Antonio Labordeta llegó la cabeza de la manifestación a Las Tendillas, donde la periodista María Eugenia Vílchez y el profesor y jurista Antonio Manuel Rodríguez leyeron el manifiesto de la plataforma. Y, tras cantar el himno de Andalucía, acabó el acto y los manifestantes comenzaron a abandonar la plaza. Pero volverán a salir a la calle el 26 de mayo. No hay fiesta que pueda con la lucha social.

Igual que en Córdoba, decenas de miles de personas se manifestaron ayer en muchas ciudades andaluzas y de España en respuesta al llamamiento de la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones.