Mes y medio después de su última visita a Córdoba, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, regresa a esta ciudad, donde hace días Pablo Iglesias y Julio Anguita escenificaban la confluencia Podemos-IU, y donde el socialista ha defendido hoy que solo su partido es la "alternativa al cambio".

En los últimos días del Mayo Festivo de Córdoba, y en plena celebración de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, Sánchez no perdió ocasión de visitar el recinto ferial.

Pasadas las 14.00 horas, Sánchez hizo su entrada en El Arenal bajo la portada que representa con luces la Mezquita-Catedral de Córdoba, donde de inmediato un coro rociero de señoras lo rodeó para fotografiarse con él y se pudo escuchar: "¡madre mía, sí que es guapo en persona!".

"!Presidente, presidente!", le decían unas alumnas del aula de Informática del centro cívico de Lepanto, mientras un socialista cordobés se acercaba para pedirle que "no firme nada con Podemos, nosotros se lo ofrecimos antes y nos dijeron que no".

Antes de iniciar su paseíllo por la Feria de Córdoba, en un acto con una asociación de vecinos de Córdoba, Sánchez lanzó su mensaje: "Los intermediarios hacen subir mucho el precio de las cosas" y, por tanto, el "chantaje" del líder de Podemos, Pablo Iglesias, "no puede ser que Mariano Rajoy siga como presidente del Gobierno".

Más relajado llegó el líder socialista al recinto ferial, acompañado de la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, que ejerció de anfitriona ante Sánchez y a quien éste la señaló como la demostración de que el "cambio" había llegado a Córdoba.

Dentro de la campaña para promocionar los productos cordobeses en la feria, la alcaldesa guió los pasos de Sánchez hasta la caseta del Valle de los Pedroches.

Los comensales reaccionaron al verlo de diversas maneras. Patte Syll, un camarero senegalés que lleva 10 años trabajando en ferias y en la recogida de la aceituna, se acercó para saludarle.

Un matrimonio de León, que comía tranquilamente pescado frito y detrás de los cuáles se acomodó la comitiva de Sánchez, comentaba con ironía: "!que nos dejen comer tranquilos, nosotros hemos venido antes a disfrutar de la feria, no a verlo a el!". Cierto que la nube de periodistas gráficos no ayudaba a la tranquila digestión del boquerón.

Una vez instalado, Sánchez recordó a Efe que estuvo hace 10 años con su mujer en la feria de Córdoba y que le encanta el ambiente festivo de las casetas.

Destacó su particularidad local respecto a otras ferias. Hace pocas fechas disfrutó de la de Sevilla junto a la presidenta Susana Díaz. Las de Córdoba "son abiertas a todo el mundo", enfatizaba Sánchez.

Junto a su mujer hace diez años fue a Córdoba por la noche. Ahora se ha estrenado en la feria de día, donde ha degustado la carne y el jamón ibérico del Valle de Los Pedroches, así como algo de fritura de pescado. No bebió cerveza, sino un Aquarius, aunque quizás no haya faltado en la comitiva fino de la tierra, de Montilla-Moriles.

Cuando acabó de comer, fue a saludar al equipo de cocina para agradecerles el almuerzo y la salida de la caseta vaticinó a los periodistas que espera poder volver a la feria el año que viene como presidente del Gobierno.

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