El párroco de Santa Marina, Carlos Linares Delgado, falleció ayer mientras tomaba un baño durante sus vacaciones en la playa de Los Boliches (Fuengirola) en torno a las 12.40 horas, según informó el servicio de Emergencias 112 de Andalucía, después de que un socorrista no pudiera sacarle de la parada cardiorrespiratoria que sufría y tras ser atendido sin éxito por el 061 y la Policía Local, cuyos efectivos se desplazaron inmediatamente para atenderle. Estos servicios de emergencia no descartaban ayer que el fallecimiento se deba a causas naturales, ya que el sacerdote sufría una seria patología cardiaca y llevaba marcapasos.

Linares era uno de los párrocos de la diócesis más unidos a sus feligreses y a la cofradía que alberga la iglesia, la del Resucitado, entidad con la que lideró no solo proyectos cofrades sino también de carácter social. Nacido en El Viso de los Pedroches en diciembre de 1942, fue ordenado 24 años después y tras su paso por Fernán Núñez llegó a ser vicario episcopal de la Campiña. El 7 de mayo del 2003 tomó posesión canónica en Santa Marina y actualmente era también canónigo de la Santa Iglesia Catedral, director del Secretariado Diocesano de Peregrinaciones, arcipreste de la zona de La Catedral--Casco Histórico y ostentaba el título de Capellán de Honor de su Santidad.