El mercado laboral de Córdoba es poco ejemplarizante. Acostumbrado a ocupar los primeros puestos en tasa de desempleo (nueve puntos por encima de la media nacional en la EPA), la provincia figura también entre las que registran unos niveles más altos de precariedad. Los últimos datos sitúan a Córdoba entre las provincias con una mayor temporalidad en la contratación (con el 98,39%). Esa precariedad viene marcada por el importante número de contratos que se firman en el sector agrario y la escasa duración al coincidir con las campañas de recolección. El problema, además, se agrava en la mujer, cuya tasa de paro llega al 35,5%. Eso se traduce después en las bajas pensiones de los cordobeses.

La última EPA recoge que 39.400 hogares tienen todos sus miembros parados, a los que hay que unir 51.700 familias en las que hay desempleados y trabajadores. Desde el inicio de la crisis el paro no ha dejado de aumentar. Si en enero del 2008 había 51.449 desempleados, el pasado febrero se contabilizaban 91.399 (+77,6%). Mañana están convocados a la huelga más de 287.000 trabajadores que tienen un empleo. En este periodo también se ha producido un fuerte retroceso en la negociación colectiva. En los últimos cinco años no ha dejado de descender el número de convenios en vigor en la provincia. Si en febrero del 2008 había 60, en el mismo mes del 2012 solo existían 25.

Desde el punto de vista empresarial, la crisis económica ha tenido un gran impacto en la provincia y en sectores claves como la construcción, la joyería, la madera o el comercio. En los últimos cuatro años se ha producido un descenso continuo de empresas en el régimen general de la Seguridad Social. Si en el 2007 había 25.855 sociedades inscritas, el 2011 se cerró con 21.574. Un estudio del Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) apunta también en la misma dirección. En el 2008 registraba 45.077 empresas. Desde entonces no ha dejado de caer la cifra hasta situarse en 41.108. Solo en el 2011 se dieron de baja 5.654.