Centenares de personas (450 según la Policía y más de 700 según los convocantes) recorrieron ayer el centro de Córdoba para mostrar su rechazo a lo que llaman la contrarreforma educativa del ministro Wert en un intento de "defender la educación pública" y denunciar los recortes. A la protesta, convocada inicialmente por el Bloque de Acción Estudiantil y CNT, se sumaron otros sindicatos como el Sindicato de Estudiantes, CCOO, UGT y Ustea, jubilados del colectivo iaioflautas, y miembros de Fapa Agora y Codapa, que representa a los padres y madres de alumnos, todos ellos integrados en la Plataforma Cordobesa por la Educación Pública, a la que la Subdelegación del Gobierno de Córdoba denegó, al igual que ha ocurrido en el resto de provincias andaluzas, la autorización para celebrar una concentración en el Bulevar. La negativa, según fuentes de CCOO y de Fapa Agora, se basa en la "extemporaneidad, porque nos han faltado 12 horas para cumplir la legalidad en su plazo más estricto, que establece que hay que solicitar el permiso con diez días de antelación". La plataforma cree que la LOMCE "no es una ley para mejorar la calidad educativa porque sacraliza al mercado con alusiones a la competitividad, globalización..., ningunea a la comunidad educativa, profundiza en la falta de estabilidad normativa, contiene propuestas autoritarias como dotar a los directores de plenos poderes en el centro y crea reválidas que nos devuelven al tardofranquismo".

Según la portavoz del Sindicato de Estudiantes, "en Andalucía, ha habido un intento del Gobierno de impedir que salgamos a la calle y hagamos uso de nuestra libertad de expresión prohibiendo las concentraciones convocadas, que finalmente en tres provincias, entre ellas Córdoba, se han celebrado gracias a que existía una manifestación autorizada previamente".

Los estudiantes reivindican una educación pública de calidad y consideran que el anteproyecto LOMCE supone "una contrarreforma franquista" que "acaba con pilares básicos que ha costado años conseguir" y se traduce en una "vuelta a la escuela de los años 60, segregando a los alumnos, dividiendo a tontos y a listos, impidiendo el acceso a la universidad con una reválida para obtener el título de Bachillerato, disminuyendo las ayudas de comedor y libros, devaluando la FP, encareciendo las tasas...".