Pablo Bargiela Chacón tiene 7 años y cursa segundo de Primaria en el colegio Salvador Vinuesa. Pablo sufre desde el nacimiento glaucoma congénito (la misma enfermedad que su padre, que trabaja en la delegación de la ONCE en Fernán Núñez) y que su hermano Marcos, de 3 años. A Marcos lo operaron con 18 días y la intervención fue bien, por lo que de momento no presenta discapacidad visual. Pablo, a pesar de haberse sometido a muchas operaciones, tiene poca visión, aunque, según su madre, Mónica Chacón, percibe colores y formas. En el colegio estudia gracias a que la ONCE le ha adaptado los libros y materiales al Braille. «Mi hijo comenzó en la guardería a los 6 meses y desde entonces ha contado con apoyo de profesores de la ONCE. En el colegio la profesora va 3 días a la semana. Está con él en el recreo, le adapta los exámenes y otros textos al Braille. Los libros en Braille tienen un volumen 4 veces superior», cuenta Mónica. La madre de Pablo, que padece otra enfermedad de la visión, en este caso una distrofia de retina, destaca que su hijo ha tenido siempre unos tutores fantásticos y el colegio mantiene muy buena conexión con el equipo de docentes de la ONCE. El colegio compró un balón sonoro y cuenta con material adaptado, por ejemplo, para que él juegue al ajedrez. «Pablo saca muy buenas notas, a pesar de que el salto de Infantil a Primaria ha sido grande. Acude también al comedor escolar, nos pide ir a la escuela de verano y ya ha ido en varias ocasiones. Una de las asignaturas que tiene pendiente es aprender a manejarse con el bastón y ganar más autonomía para hacer más cosas solo. Por otro lado, la socialización le resulta a veces complicada y hay que seguir trabajando en ello», añade Mónica.