Los planes que había para la zona que hay entre La Calahorra y la plaza de Santa Teresa han cambiado. Una innovación del PGOU, que empezará a tramitarse en el próximo consejo rector de la Gerencia de Urbanismo previsto para el 30 de octubre, permitirá darle un nuevo rumbo a ese espacio definido en el PGOU de 1986 y con unas reglas establecidas en el plan especial del río Guadalquivir de 1992. En base a esos antecedentes, el PGOU del 2001 recogía, en la parte de la avenida de Fray Albino próxima a La Calahorra, una gran plaza que recuperara el carácter de este espacio como puerta de la ciudad, y un equipamiento, al que se le puso nombre y apellidos a principios de la década pasada, el Museo de Bellas Artes. El problema es que esos proyectos necesitaban la expropiación de dos bares y una veintena de viviendas, proceso largo y costoso que dio sus primeros pasos hace años pero que no ha culminado.

El desencadenante, laocupación del colegio

Si la idea rondaba desde hace tiempo por la mente del equipo de gobierno del PP, la ocupación del colegio Rey Heredia por la Acampada Dignidad ha sido el desencadenante para hacer ese borrón y cuenta nueva en una zona cada vez más deteriorada por la dejadez que precede a una inminente expropiación. Algunos propietarios se habían arriesgado a realizar obras aunque sabían que la inversión caería en saco roto porque con el tiempo tenían que abandonar sus hogares y negocios. Con motivo de la acampada en el colegio, y tras las demandas de distintos colectivos que quieren tener un espacio allí, el alcalde anunció que el colegio seguirá en pie y se le dará uso, aunque no aclaró cuál. Lo mismo ocurrirá con Los Romerillos, el Miguelito y las viviendas de Acera Pintada o la plaza del Rastro, que continuarán allí con el argumento de que si en tiempo de bonanza fue difícil expropiarlos, más complicado lo es en plena crisis. La consecuencia de esta decisión es que no se hará la gran plaza prevista ni el Museo de Bellas Artes, al menos allí.

En busca de un solar,que podría ser Miraflores

¿Dónde se construirá el museo? Ese es uno de los misterios de esta operación que se irá conociendo a medida que avancen los trámites de la innovación. De momento, el alcalde, José Antonio Nieto, solo ha explicado que hay muchos solares disponibles y buenos tanto en el entorno de La Calahorra como en otras partes de la ciudad. Se barajan una decena con espacio suficiente para albergar el proyecto tal y como estaba planificado. Lo curioso es que en esa lista hay uno muy especial que podría ser el elegido, el destinado al Palacio del Sur de Koolhaas, que no tiene un destino fijo después de que el PP haya optado por ejecutar un recinto ferial y centro de convenciones en el Parque Joyero. En el caso de la Junta, y respecto al solar del Palacio del Sur, de sobra es conocido que sigue apostando por ese espacio pero para el centro de congresos. En la elección de solar tienen mucho que decir tanto Gobierno, que construirá el equipamiento, como Junta, que tiene derecho a veto y se encargará de la gestión. De hecho, Nieto asegura que se sentará con ambas administraciones para elegir emplazamiento, que debe nacer del consenso. Por lo pronto, el subdelegado, Juan José Primo Jurado, ha trasladado el apoyo del Gobierno al espacio que seleccione el Ayuntamiento; mientras que la delegada de Educación y Cultura de la Junta, Manuela Gómez, se ha limitado a recordar al alcalde que Córdoba lleva años esperando la inversión en el Bellas Artes, que el Gobierno debe a la ciudad. Además, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ya ha advertido de que no tiene previsto invertir en nuevas infraestructuras, que su prioridad es terminar obras iniciadas, aunque sigue teniendo en mente su ejecución a más largo plazo.

Reacciones a favor y encontra del nuevo plan

El anuncio del alcalde fue aplaudido por los afectados por las expropiaciones y criticado por colectivos como el consejo de distrito Sur, la federación de asociaciones de vecinos Al-Zahara, así como por los grupos municipales de IU y PSOE. Unión Cordobesa no se ha pronunciado. Los afectados están contentos porque se ponga fin a más de 25 años de incertidumbre pero quieren pasos en firme para quedarse tranquilos definitivamente y no estar con la continua amenaza de la mudanza. La asociación de vecinos Puente Romano también está satisfecha con la decisión. En cambio, el consejo, la federación, IU y PSOE coinciden, aunque cada uno con sus matices, en que no se puede eliminar así porque sí un plan con 27 años de historia, ni cargarse un proyecto de ciudad que tenía el objetivo de acercar el eje monumental hasta la plaza de Santa Teresa e integrar la orilla izquierda en el corazón de la ciudad. Quieren que se siga con el plan del 86 y que mientras cobra forma se utilicen las instalaciones del colegio Rey Heredia.

Los argumentos defendidos por el alcalde

Nieto tiene claro que si las expropiaciones no se han culminado hasta ahora, tampoco van a prosperar de aquí en adelante. Entre otras razones, por su enorme coste, que incluye compensaciones por los negocios existentes. Por ello piensa que ese proyecto de ciudad es un "fracaso" que hay que corregir. Argumenta que el Gobierno central, aunque quisiera, no va a poder invertir en el museo mientras este no tenga el 100% del suelo disponible, por lo que, aunque este equipamiento sea una prioridad incluso por delante de la biblioteca del Estado, no va a tener partidas y si las tuviera, habría que devolverlas. Además, considera "una falacia" lo que ha ocurrido presupuesto tras presupuesto mientras se ha incorporado dinero para el museo. Desde mitad de la década pasada, se han plasmado partidas en los presupuestos del Estado para el museo que no se han ejecutado y han terminado desapareciendo. Por ello, piensa que hay que abandonar ese callejón sin salida. Las circunstancias cambian y los planes también. Ahora el museo y el entorno de La Calahorra toman otro rumbo que promete ser largo y controvertido.