El hospital Reina Sofía tiene previsto firmar la próxima semana el contrato de obras de adecuación de sus aparcamientos públicos, que contará con un presupuesto superior a los 80.000 euros. Una vez se firme el contrato dicha empresa tiene de plazo una semana para comenzar las obras, por lo que las mismas se esperan que se inicien en la última semana de este mes o a primeros de noviembre.

La empresa a la que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) le ha adjudicado esta actuación es Mezclas Bituminosas SA y, según la dirección gerencia del centro, la previsión es que las obras culminen a finales de noviembre o principios de diciembre, ya que el plazo de ejecución es de un mes. El hospital precisó que dicha actuación consistirá en la estratificación del terreno para el correcto desagüe de las pendientes, rellenar los socavones y la colocación de una nueva capa de asfalto.

El deteriorado estado de estos aparcamientos públicos del Reina Sofía ha sido objeto de múltiples denuncias en los últimos años, tanto por parte del sindicato profesional de enfermería Satse Córdoba, como del Partido Popular o de la plataforma ciudadana Aparcamientos Reina Sofía, plataforma que surgió a raíz de que el Reina Sofía anunciara el año pasado el proyecto para licitar la concesión de la gestión y arreglo de estos aparcamientos a una empresa que se encargara de realizar a cambio un nuevo edificio de consultas infantiles, iniciativa que finalmente se desechó ante las críticas surgidas por parte de numerosos colectivos a esta fórmula.

Según recoge el contrato de esta obra, la misma se lleva a cabo “por el estado deficiente de las zonas sobre las que se van a ejecutar las obras. En estas zonas las pendientes son deficientes, generando la acumulación de agua cuando llueve. El firme es irregular, formando baches que generan golpes en los bajos de los vehículos, charcos y un riesgo para el tránsito de los peatones”. Por otro lado, la actuación contempla dar solución a “la insuficiente red de saneamiento, que impide la adecuada eliminación del agua de lluvia, y a la carencia de asfalto, lo que genera polvo en verano y barro en los días lluviosos”. “Todo ello, implica falta de seguridad y de confort para nuestros usuarios que se traduce en ocasiones en reclamaciones y en demandas de responsabilidad patrimonial por daños causados a los usuarios o a sus vehículos”, contempla el contrato.