La obra que cambiará la imagen del Templo Romano se encuentra lista para su inicio. La junta de gobierno local aprobó ayer la adjudicación de la segunda fase de la reforma del Templo Romano, monumento que el año pasado ya fue restaurado. Llegar a este punto ha costado, ya que este concurso, autorizado a principios de septiembre del año pasado, ha necesitado más de siete meses para llegar a la adjudicación definitiva, a pesar de que fue convocado por el Ayuntamiento por la vía de urgencia al estar cerca la fecha en la que expiraba el plan turístico de grandes ciudades en el que se enmarca, que después ha sido prorrogado. Tras esa prórroga concedida por la Junta, el Ayuntamiento tiene hasta mitad del año que viene para culminar los trabajos. Desde la adjudicación hasta el inicio de la obra suele transcurrir un mes.

El Ayuntamiento ha adjudicado la obra por 338.023 euros, un 15% menos que el presupuesto de licitación. La empresa Arquepec será la encargada de llevar a cabo los trabajos, que ejecutará en un plazo de cinco meses, por lo que, si no hay retrasos, el Templo Romano será visitable por dentro antes de fin del 2018, medio año después de lo anunciado en diciembre pasado, cuando había adjudicación provisional. Con esta intervención se habilitará una pasarela y una escalera que permitirán pasear entre las columnas y a distintos niveles. La actuación que quedará pendiente es la del centro de interpretación, ligado a la remodelación de la planta baja del Ayuntamiento, que no ha salido a concurso. Junto al proyecto del Templo Romano, la junta de gobierno aprobó en septiembre sacar a concurso la obra de la iglesia del convento Regina, que está a punto de empezar. Mañana habrá una jornada de puertas abiertas para dar a conocer el proyecto.

Por otro lado, la junta de gobierno local aprobó archivar el expediente del contrato previsto con Renfe para la puesta en marcha del cercanías entre Alcolea y Villarrubia al no ser necesario tras la declaración por el Gobierno central como Obligación de Servicio Público. Ese paso permitirá que «el Ayuntamiento disponga del dinero reservado a este fin», según expuso la delegada de Hacienda, Alba Doblas. El contrato se autorizó por 4,43 millones, repartidos en tres anualidades. Doblas no aclaró qué hará el Ayuntamiento con el dinero que se ahorra del déficit de explotación. Ni ella ni el teniente alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, aclararon si ese dinero se empleará para reducir las tarifas.

Intervención da un tirón de orejas al Ayuntamiento al recordar que «cuestionó» en su día el expediente al considerar que iba a financiar un servicio que no le compete. «De haberse seguido el criterio de esta Intervención», señala en su informe, se hubiese llegado

«al mismo punto en que nos encontramos sin necesidad de haberse tenido que resolver reparo alguno ni de tramitar un expediente» que, finalmente, «no ha sido necesario».