El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha dedicado la pastoral de esta semana al amor humano en la familia y sobre la ideología de género ha señalado que "está ignorando" el "arraigo biológico, existencial e incluso religioso" cuando dice que no hay diferencia "entre el varón y la mujer y que cada uno puede elegir para sí lo que quiera (...). Nosotros los humanos no podemos enmendar la plana a Dios".

En su escrito asegura que hay una crisis "que está pasando factura ya a nuestra sociedad. Si una sociedad no es capaz de transmitir la vida a la generación siguiente, es una sociedad que fracasa en una de sus tareas fundamentales". Demetrio Fernández considera que "son muchos los factores que concurren en este cataclismo, no depende sólo de los esposos. Están las autoridades con sus planes de gobierno y de ayuda a las familias en todos los aspectos, está la sociedad entera con su mentalidad a favor o en contra de la vida. ¿Qué programa de gobierno será capaz de estimular a los esposos a ser generosos en la transmisión de la vida?".

Asimismo, el obispo señala que "cuando la ideología de género afirma que no hay diferencia entre el varón y la mujer y que cada uno puede elegir para sí lo que quiera en este orden de cosas, está ignorando esta realidad honda de la persona humana, que tiene arraigo biológico, existencial e incluso religioso. Ninguna persona debe ser discriminada por su orientación. Todos tenemos un lugar en el corazón de Dios y de Dios nos sentimos amados, sean cuales sean las condiciones de nuestra vida. Pero ese Dios que nos ama ha trazado un plan para de felicidad del hombre, y nosotros los humanos no podemos enmendar la plana a Dios". “La ideología de género -recuerda el Papa Francisco- niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Ésta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer… No caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don” (Papa Francisco, Amoris laetitia, 56). He aquí uno de los retos más importantes en el campo de la familia hoy", añade en la pastoral.